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miércoles, 18 de abril de 2012

Grupo 7




"¿No cree usted en la justicia, señorita?"



Hace un par de semanas el cineasta andaluz Alberto Rodriguez estrenó su nueva película, Grupo 7, en este caso centrado en un thriller policial ubicado en la ciudad de Sevilla. Protagonizada por el icono actual de las quinceañeras de este país Mario Casas y por Antonio de la Torre, uno de los actores que se perfilan seriamente (junto a Luis Tossar) como candidatos a ocupar la nueva primera línea de grandes actores nacionales, tenemos uno de los policíacos españoles más interesantes de los últimos años, posiblemente incluso desde que se estrenase hace tiempo ya la magnífica La caja 507 de nuestro muy querido y admirado Urbizu. En este caso también contaremos con un reparto secundario de auténtico lujo, y no por ser conocidos, que no lo son, sino por la profesionalidad de todas las interpretaciones (desde el cínico comisario de la ciudad, los yonkis que pueblan los barrios sevillanos o los polis que miran de reojo la fina línea que cruzan durante la película).

El año es 1987, la ciudad Sevilla y el momento la Expo de 1992. Nos encontramos en la unidad de la policía secreta sevillana de la división de estupefacientes, el Grupo 7, con la misión de limpiar las calles sevillanas de yonkis y camellos para preparar un terreno "pacífico" en previsión de los eventos que se producirán en la ciudad. La historia, estructurada por años hasta el citado 1992, nos relatará las desventuras de los 4 miembros del grupo en su lucha contra la droga, el ascenso de los 4 secretas tanto dentro del departamento como entre las calles, y también su caída.

Como ya ocurriera en las magníficas The wire, Atlantic City, Traffic, el verdadero protagonista de la historia es la ciudad, en este caso Sevilla, con una perfecta recreación de lo que era la ciudad hispalense antes de la inyección de dinero que recibió con motivo de la Expo. Una ciudad de barrios y barriadas, de polígonos llenos de chabolas, y no hacía falta irnos a la periferia de la ciudad para encontrarlas, pues se hallaban también repartidas en el mismo centro histórico de la ciudad. Un territorio asolado por la heroína y sus estragos, un espectro lleno de yonkis, prostitutas y camellos que entran en la cárcel y no tardan en salir sin cargos. Es claro el conocimiento que Alberto Rodriguez tiene de su ciudad, una Sevilla que nada tiene que ver con la capital de provincia de la que ahora podemos disfrutar. Una Sevilla que comparte claves históricas como su devotismo, materializado en las velas que enciende Rafael (De la Torre) a su hermano muerto, pero con una imagen tercermundista que en la década de los 90 logró dejar atrás.

A pesar de esto, la historia se centra en Ángel (Mario Casas) y Rafael, el poli novato y ambicioso que quiere llegar a ser inspector cueste lo que cueste, y el poli veterano pasado de rosca y harto de todo, que ha sacrificado importantes réditos personales en su carrera y es consciente de lo que realmente se esconde tras lo más evidente de la vida que han elegido. Un hombre atormentado que busca la redención sin siquiera saberlo, tratando de rescatar de las garras de la calle a una joven yonki que todavía cree tener remedio. De todas las historias es ésta probablemente la más personal y veraz, con una actuación de Antonio soberbia, para quitarse el sombrero y disfrutar. Años atrás decían que había 3 o 4 actores que mereciesen por sí solos el precio de una entrada de cine: Nick Nolte, Jeff Bridges y Gene Hackman. Yo a nivel nacional añadiría los nombres de Luis Tossar y Antonio de la Torre, dos actorazos que hacen lo que quieren, hacen creíbles cualquier personaje, adhiriéndose a su piel y no al contrario.
Mario Casas es uno de esos experimentos de ídolos adolescentes, criado profesionalmente en las canteras de series para chavales en clave "Al salir de clase", "SMS" etc, sin mucho valor cinéfilo que digamos, pero sí a la hora de sacar nuevos talentos. Algunos acaban interpretando el mismo papel toda su vida, o comedias románticas. Otros empiezan a escalar, en busca de abandonar el rol de cara bonita y convertirse en un GRAN actor. Mario Casas no ha pasado ni de lejos por esa última etapa, pero está claro que es su objetivo. Y no olvidemos que gente como Matt Dillon, Brad Pitt, Tom Cruise y Leonardo Di Caprio, ya recorrieron ese camino. Y sinceramente creo que, después de ver Grupo 7 y la genial Carne de neón (Paco Cabezas como un Guy Ritchie a la española), está en ese camino.

Por otro lado, la historia rezuma un thriller policial al más puro estilo español, recuperando historias muy barriobajeras y policías corruptos y violentos de aquéllas magníficas historias de nombres como Juan Madrid, Andreu Martín, Julián Ibáñez, etc. Polis como el Alfredo Landa de El crack , también el Antonio Resines de Todo por la pasta y los José Coronado de No habrá paz para los malvados y La caja 507. Reflejan el final de una época igualmente oscura como lo fue el régimen anterior, con un Gobierno socialista obsesionado por acallar el ruido de sables procedentes de las más negras instancias del Estado Mayor (muy presente el tejerazo), objetivo que consiguen muy meritoriamente, pero olvidando erróneamente tanto a la policía como a la Guardia Civil. Esto provocó tener unos cuerpos de seguridad que no se habían reciclado con respecto al Régimen anterior.

Grupo 7 bebe de todas esas influencias de un modo claro, pero sin abandonar la mano que Rodriguez ya demostró poseer en películas anteriores como El traje, After o 7 Vírgenes, con un conocimiento fuera límites de su gente y su ciudad. Un producto policíaco de primera línea hecho en nuestro país que ahora se venderá en el festival de Tribeca, esperemos que con el mismo éxito que ha cosechado en nuestras fronteras.

12 comentarios:

  1. Buenas Piru.

    Llevo un tiempo viéndola en la cartelera del cine que frecuento. Pero no me decido a verla. Es que a mí el cine español por mucho que consiga enrevesar las tramas, poner interés creativo y, a veces, consagrar actores, rara vez consigue llenarme por lo que es ver un apellido español en el cartel (por cierto, muy hollywoodiense este en el estilo) y pasar a la siguiente.

    Un saludo.

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  2. Muy buenas Wittman, muchas gracias por dejar el comentario y tus interesantes reflexiones. Creo muy sinceramente que si le das una oportunidad te hará pasar un buen rato, que al fin y al cabo es lo que uno busca en el cine el 90% de las veces. Es un producto muy nacional, pero en el sentido positivo del término. Desde ese punto de vista creo que realmente no se acerca tanto a Hollywood como a la tradición latina (latinoamericana) y española de historias negras, que las hay y muy buenas. Francamente te recomendaría dedicarle un tiempo a todos los nombres que puse en la crítica (tanto los escritores como las cintas) porque estoy seguro de que descubrirás grandes historias negras, como buen aficionado al género negro que eres.

    Un saludo

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  3. Buen texto, compa Piru, sobre una peli que aún no he visto, pero a la que le tengo muchas ganas, tanto por las referencias positivas sobre ella que voy acumulando (la última, antes de tu reseña, una entrevista a Alberto Rodríguez que le hacía días atrás en El séptimo vicio, de Radio 3, Javier Tolentino) como porque sus elementos valiosos, muchos y contrastados (como tú bien expones), ya me la hacen interesante per se.

    Totalmente de acuerdo contigo en cuanto a las apreciaciones sobre De la Torre y Casas. Antonio de la Torre es un monstruo interpretativo, que, efectivamente, junto a Tosar (y yo añadiría un nombre más, para completar una terna, que sería el de Eduard Fernández) forma parte de lo mejorcito del gremio en España. A Casas aún lo veo muy verde, pero, ciertamente, aún es pronto para saber qué derivadas puede adoptar aún una carrera que apenas ha hecho más que empezar. Tiempo al tiempo.

    Por lo demás, consignar (desde la ignorancia de las cifras que la cinta está haciendo en taquilla, no sé si irá bien, mal o regular...) lo penoso que me resulta que haya muchísima gente a la que una propuesta de este tipo no parezca concernirle por la cercanía afectiva, por la implicación emocional que deriva de ver reflejado en la pantalla un mundo entendible por próximo. Es esa gente que, curiosamente, parece conectar emocionalmente con más facilidad con los avatares de un grupo de polis morenos de una comisaría del Bronx (con todos mis respetos hacia ellos y su mundo, aunque no tenga ni repajolera idea de cómo es en realidad) que con los de un grupo de la pasma de Madrid, Barcelona, Sevilla o Villaperas del Medio, con los que, a lo mejor, hasta se toma una copita de vez en cuando o coincide en la comunión de un primo. En fin...

    Perdón por la brasa de comentario, un abrazo y hasta pronto.

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  4. Me ha gustado bastante excepto Mario Casas que no me termina de convencer. Temía al principio que sería una "Buddy Movie" a la española pero está muy lograda con un ritmo ágil y esas persecuciones con escenarios de Sevilla bien aprovechados. Saludos. Borgo.

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  5. Hola Manuel, al contrario, no te perdono porque es una alegría contestar comentarios tan interesantes, especialmente si provienen de mentes cinéfilas como la tuya.
    Lo cierto es que no tengo nada que añadir, ningún "pero", estoy totalmente de acuerdo con todas tus apreciaciones.
    Creo que disfrutarás de la peli, tiene un ritmo muy americano, muy rápido, es una cinta de acción pero no se esconde de los sentimientos para mostrar sub-tramas muy intimistas, y por supuesto con un buen guión negro. Creo que en España desde siempre se ha hecho muy buen cine de género, y muy buen cine negro. No entiendo porque a veces pasan años hasta ver otra película como esta o como "No habrá paz para los malvados".
    También cierto estupor, como tu, cuando veo que historias de este tipo no calan por ser "demasiado españolas". Son esos complejo y tópicos, prejuicios de los que todavía no nos hemos desprendido.

    Un abrazo

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  6. Hola Miguel, muchas gracias por el comentario, me pasó lo mismo que a ti. Me gustó mucho la película, buen ritmo y buen guión, lo peor de todo es la credibilidad de Mario Casas, al que todavía vemos como un niño grande.

    Un saludo

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  7. Buenas Piru, la verdad es que se agradece ver una película española de este tipo, acción policial bien filmada. Es algo que suelo repetir muchas veces, en el cine nacional hace falta dar entrada a muchos géneros que están prácticamente desaparecidos. No he visto la película porque el Mario Casas me echa completamente atrás (algo parecido me pasa con Orlando Bloom), pero probablemente me anime por ver a Antonio de la Torre en acción.

    Un abrazo

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  8. Hola Cutlas, me alegra verte de nuevo, gracias por el comentario. La verdad que la película como thriller policial es un auténtico portento, ya digo que incluso me gustó más que No habrá paz para los malvados, aunque bien es cierto que las claves de ambas películas son muy distintas.
    Creo que hay géneros que en España tradicionalmente se han aprovechado bien, y hay que apostar por ello. Realmente es lo que se está haciendo en los últimos 5 años, abandonando un poco más el manido tema social, aunque sin abandonarlo del todo (tampoco es necesario). Creo que hay una hornada de directores jóvenes y menores de 35 años que están haciendo auténticas maravillas con presupuestos limitados. Ver las películas de Paco Cabezas, Nacho Vigalondo, Paco Plaza, Marc Coll,Kike Mahillo Rodrigo Cortés, y otros nombres a los que añadiría Daniel Monzón, Imanol Uribe, Enrique Urbizu, Jaume Balagueró y el presente Alberto Rodriguez, hacen correr un aire fresco que garantiza un camino que se discurre bien. Y ya era hora de disfurtar de ello.
    Lo de Antonio de la Torre es una cosa de locos, cómo disfruto con ese tio.

    Un abrazo

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  9. Interesante post.

    A mí me encantó la película, y coincido contigo en bastantes aspectos, pero sobretodo en que Antonio De La Torre es uno de los mejores actores de nuestro panorama cinéfilo actual.

    Felicidades por el blog.

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  10. Hola Lakobus, bienvenido al blog y muchas gracias por dejar el comentario, nada que añadir a tus reflexiones. Antonio de la Torre es una gozada de ver, oir y sentir. Sólo con una mirada dice más que muchos de sus compañeros con peroratas indefinidas.
    Nos vemos de nuevo por la página,

    Un saludo y gracias de nuevo

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  11. Me reitero en lo dicho: Me parece un peliculón. Es cierto que Mario Casas es el peor de todos, (lo odio profundamente, siempre actuando sin sin matices y sin camiseta) pero a pesar de ello, como dices, lo hace bien. A ver que pasa en los Goya!!

    Saludos!!

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    1. Hola Antonio, muchas gracias por comentar el blog!, yo también deseo que se vea recompensada en los Goya, creo que como poco lo merece.

      Un saludo

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