" ¿Y ahora qué? "
He estado postergando sin motivo el momento de ponerme frente a las letras del teclado y empezar a hablar de los productos BBC. Quizás porque las entradas sobre series de televisión te exigen mucho más que las entradas sobre películas o miniseries, inclusive, quizás porque la calidad de los productos que voy a comentar está fuera límites, lo que eleva el nivel de exigencia a la hora de comprometerse con esta entrada. En cualquier caso, el tiempo se hacía incluso tedioso, especialmente tras terminar las segundas temporadas de Sherlock y Luther, los buques insignia de la cadena que, sin hacer absolutamente nada de ruido, ha demostrado cómo hacer una obra maestra. De Downtown Abbey ya no digamos. Y es que no solo de series o miniseries se trata esta cadena, porque también produce películas como Amenaza de Tormenta y telefilmes como Layer Cake, vamos que tienen bastante que decir.
Si me preguntáis por el argumento de Luther, diré que trata sobre un policía negro que se debate entre sus demonios personales y los que imponen sus reglas en los callejones más oscuros y deprimidos de las barriadas londinenses. Pero decir esto es no decir nada, o por lo menos no tendría ninguna diferencia respecto de tantísimas series policíacas, pues algo de ellas tiene. Para ser justos y sinceros, hay que decir que Luther es aire fresco, y sobre todo nuevo, en el mundillo de este tipo de series: prescinde del tono documental de The Chicago Code y Detroit, se basa íntegramente en el personaje principal, todo gira en torno a John Luther, no es para nada una serie coral, lo que podría llevar a pensar que nos vamos a saturar con la personalidad difícil del personaje, pero nada más lejos del otro mundo. Se ha creado un personaje con un magnetismo tal que solo el gran Idris Elba (Stringer Bell) lo podría interpretar.
Que duda cabe que esta serie bebe fundamentalmente de dos corrientes fundamentales en la novela negra, de las que ya hemos hablado anteriormente: el Hard Boiled americano de Hammet, Spillane o Ellroy, y el Tartan Noir escocés de Ian Rankin o David Peace. Fundamentalmente hay que hacer alusión a Ian Rankin en todo lo que al ambiente e historias se refiere, situaciones abyectas, negras, personajes perturbados, policías corruptos, proxenetas, sádicos psicópatas, mafiosos de segunda, etc. Todos estos personajes convivirán en los más negros rincones de la city londinense para enfrentarse a Luther, una especie de "caballero blanco" tiznado con el avance de los capítulos por las medidas que debe tomar para resolver los casos. En ese sentido también tiene un punto al solitario Jack Bauer (Kieffer Sutherland 24) al que vemos consumirse según avanzan las temporadas.
En lo personal, John se encuentra divorciado, intentando recuperar una cierta relación con su ex-mujer, lo cual se hace insostenible por cuanto la interesada ha iniciado una relación con otro hombre. Además, Luther deberá valorar los incipientes sentimientos que surgen con motivo de una relación un tanto especial con la protagonista de uno de sus casos, una psicópata potencial que se convertirá en un personaje recurrente de la historia.
En total, entre las 2 temporadas que actualmente pueden encontrarse, tenemos 10 capítulos, 6 en la primera temporada y cuatro en la segunda, motivado por la falta de tiempo que el actor tiene desde que ha explotado sus compromisos Hollywoodienses (empezando por su papel en Thor, que presumiblemente se explotará también en The Avengers). En la primera parte, durante los 6 capítulos, conoceremos bastante en profundidad a los personajes que pueblan estas historias, mientras que en la segunda temporada los esfuerzos se centrarán más en lo que a la historia se refiere. Lo único malo que puede mencionarse al respecto es lo rápido que las temporadas terminan, con una duración media de 50 minutos, 10 capítulos entre dos temporadas se antojan insuficientes, especialmente por el enganche que personajes e historia provocan en el espectador.
Tan solo podemos esperar que vuelva pronto uno de los policías más interesantes de los que han aparecido, en vídeo y papel, en los últimos 20 años. Un personaje que nada tiene que envidiar a los Charly Parker, John Rebus, Harry Bosck, Myron Bolitar o Kay Scarpetta.