Listado de películas por orden alfabético

En este link podréis encontrar las películas por orden, y más adelante por géneros y temas. Si seguís teniendo problemas para enviar los comentarios, podréis hacerlo enviando un correo a esta dirección: pirumod666@hotmail.com, indicando en el asunto del mensaje la palabra BLOG y la película que queréis postear. Actualmente hay 114 películas comentadas. En este link encontraréis el meme Escenas para recordar Tal vez os interesen mis colaboraciones en Ponte Cine Aquéllos comentarios que ostenten un contenido manifiestamente ofensivo, injurioso o discriminatorio, así como contrarios a lo previsto en la legislación aplicable, serán eliminados lo antes posible.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

El manantial (The fountainhead)





" Unos dominan, otros se someten, yo escogí dominar "



Nos metemos de lleno con éste clasicazo de King Vidor, tras unas semanas de parón por cuestiones laborales, un título que me parece, a priori, realmente complicado de analizar. Más que complicado en sí mismo, creo que hay muchísimas cosas que comentar a su alrededor, posiblemente muchas de ellas se me quedarán en el tintero, pero para eso tenemos unos lectores del todo concienzudos que sin duda apostillarán más de un detalle.

Película estrenada el año 1949, y basada en la novela homónima de Ayn Rand en el año 1943, fue dirigida por uno de esos nombres del cine como Howard Hawks, Mankiewic, George Cukor o Billy Wilder, el gran King Vidor (El gran desfile, Duelo al sol, Guerra y Paz) e interpretada por el galán de culto Gary Cooper y la bella Patricia Neal. Nos cuenta la historia del arquitecto Howard Roark (Cooper) desde su salida de la universidad con una particular visión del mundo, que entraña la modernización de la arquitectura académica, hasta su llegada a las cotas más altas del éxito. Un hombre que debe enfrentarse al gremio que representa, enmarcados en conceptos clásicos y anticuados, incapaces de evolucionar hacia sistemas modernistas. En su periplo logrará entrar en contacto con Dominique Francon (Patricia Neal) de la que se enamorará obsesivamente, esposa del magnate y líder de opinión Wynand. Roark logrará no sólo imponer sus modelos rupturistas, sino conseguir un gran aliado en la figura de Wynand, y gracias al periódico, tabloide de gran éxito, que le brindará un apoyo imprescindible para estar en boca de los nombres más importantes de la ciudad. Pieza clave de ésta historia será también Ken Smith, amigo de universidad de Roark, tipica sanguijuela que se sirvió de los conocimientos de su amigo para lograr el éxito, y que desencadenará el dilema, tanto en Roark como en la sociedad, sobre el valor individual de una virtud y su puesta al servicio de la sociedad. Debate sometido a un juicio público, auténtica carnicería sin piedad, por el columnista del periódico, experto en arte y arquitectura, Ellsworth Toohey, avivado también, claro, por la reacción del propio Roark al ser consciente de lo que esa colectividad ha hecho con su obra.

La película parece contar con una razonable fidelidad a la novela, a pesar de que Ayn Rand no salió para nada satisfecha del resultado final, tampoco lo hicieron Cooper ni Patricia Neal, quienes se encontraron con un discurso ideológico que realmente no comprendían (por lo que cuentan las fuentes de la época), especialmente por el interés que Rand tenía en que los diseños de los proyectos arquitectónicos fuesen realizados por el arquitecto Frank Lloyd Wright, que es en quien se basa el personaje de Roark en la novela. Una película en la que encontramos una figura muy al estilo de Randolph Hearst en Wynand, o al estilo del famoso Ciudadano Kane, utilizando un personaje con tantísimos matices para dinamizar la trama mediante sus intereses personales, personaje que pretende la redención para acabar vendiéndose de nuevo ante los poderes fácticos imparables, o sea, el dinero. Frente a él se presenta el personaje de Roark como una idealización de la virtud impoluta, sin una pizca de maldad ni de autoengaño, nunca traicionará sus principios hasta las últimas consecuencias.

Hay un mensaje ideológico clarísimo que plantea un dilema, aunque en mi opinión hay varias lecturas ideológicas al respecto. Por un lado, la novela coincidía con la filosofía objetivista randiana, que era representada por el personaje de Roark: dicha filosofía sostiene que existe una realidad independiente de la mente del hombre, y entramos en contacto con esa realidad mediante los sentidos y procesamos dichos datos mediante la razón. Sostiene que el propósito moral de la vida es la felicidad, o interés propio, y que el único sistema que puede conceder dicha felicidad es el capitalismo puro. Y éste y no otro es el debate que plantea la película, cuál debe valer más, el individualismo de Roark al defender sus ideas hasta las últimas, y violentas, consecuencias, o la colectivización que defiende Toohey, al pedir la utilización de los diseños de Roark para construir viviendas sociales eficaces, óptimas y con una racionalidad arquitectónica.
Es decir, tenemos una virtud absolutamente individual, la magia de ese genio que es Roark para construir conceptos fuera del alcance de cualquier arquitecto de la época, y dicha magia pretende ser utilizada para fines supuestamente superiores a la persona individual, fines que están al servicio del colectivo. Parece claro que nos pretenden presentar un debate, capitalismo-comunismo, sobre todo pensando en la época en que nos encontramos, año 1949 con el comienzo de la ruptura de relaciones entre los aliados y la inminente llegada de la Guerra Fría.

La película, mediante la perfecta construcción de los personajes y guión, nos lleva por un camino claramente marcado, por un lado el malo irremediable es Toohey, que podría perfectamente ser uno de esos miembros despiadados de los Kominterns, que pretende defender a la sociedad por encima del individuo, y aprovechar dichos recursos de Roark, en su supuesto perjuicio, para el bien de familias pobres de la ciudad. Por otro lado tenemos al "caballero sin espada" Roark, un hombre íntegro que jamás traicionó sus ideales ni su virtud, que al ver mancillado su arte decide volar por los aires viviendas destinadas a una especie de protección oficial, para familias sin recursos, y ya puestos casi se lleva por delante a Patricia Neal.
Pero según avanza la película descubriremos que los intereses de Toohey no son para nada los de ese talibán que en un principio nos presentaban, sino más bien intereses personales, codiciosos, ególatras, individuales, es decir, la película identifica la colectividad en la figura de Toohey y realmente no es lo es, sino lo que vemos realmente es otra versión, corrupta, del capitalismo que representa, esta vez sí en una versión idealizada y pura, Roark.

Por tanto, en mi opinión, ese debate se presenta viciado, pues Toohey nunca será ni puede representar los intereses de la sociedad. Obviando ese punto, el debate sería, ¿debe Roark prestar su arte, a pesar de traicionarse a sí mismo para lograr un bien colectivo?, en este caso la construcción de viviendas para familias pobres. O, por otro lado ¿debe perseverar el interés individual de Roark, mantener íntegro su arte, aún suponiendo el perjuicio para cientos o miles de familias? Es decir, la película pretende presentar un dilema individualidad frente a colectividad, aunque en mi opinión la figura de Toohey desvirtúa ese dilema. Si esta figura fuese realmente lo que pretende ser, las preguntas deberían ser las anteriormente formuladas. La abstracción del debate es interés individual - interés colectivo, capitalismo - socialismo (ojo, no comunismo), y la singularidad sería integridad de su arte - viviendas accesibles para familias sin recursos. Personalmente creo que el debate debe surgir en la abstracción, pues en la singularidad del mismo creo que, sin el vicio del personaje de Toohey, por pura humanidad debería prevalecer el bien colectivo, las viviendas sociales.

Para terminar, decir que supone un clásico imprescindible, con muy buenas actuaciones y una trama entretenida, presenta un debate, obliga a pensar al espectador, y tiene numerosos puntos de análisis de interés, película que merece la pena visionar más de una vez.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Ciudadano X (Citizen X)






" Por favor, no se mueva "



Como segunda entrada he preferido decantarme por la película más valorada en las pasadas votaciones por la gran mayoría de los participantes, Ciudadano X, rodada bajo la supervisión de la HBO Films (división no tan conocida pero igual de eficiente que su otra vertiente dedicada a las series de televisión) por Chris Gerolmo y protagonizada por numerosos rostros conocidos como Stephen Rea (Siempre locos), Donald Sutherland, Max Von Sidow, Jeffrey DeMunn o John Wood. Película del año 1994 realmente bien valorada en circuitos secundarios (Sutherland ganó el Globo de Oro por su actuación secundaria y fue la gran triunfadora en el festival de Sitges del año 1995 como mejor película, actor (Rea) y director), a pesar de que el tiempo la haya relegado a un muy segundo plano, hasta el punto de rozar el olvido. Personalmente no había oído hablar mucho de ella, lo cual sorprende teniendo en cuenta que el elenco protagonista es de primer nivel, con un Stephen Rea no muy mediático pero siempre eficaz.

La película se basa en hechos reales, sobrevolando la turbia historia que rodea a un asesino en serie de niños durante la Unión Soviética, en concreto durante la década de los 80 que estuvo años matando impúnemente, en parte, gracias a la inactividad que los kominterns soviéticos de turno decidían mostrar antes que asumir o aceptar la existencia de un asesino en serie en territorio soviet (entendiendo esos fenómenos como taras propias del capitalismo en general y de EEUU en particular). Por tanto, estamos ante la versión o sub-género de los psicokillers dentro del género negro, por ubicarnos un tanto en el mapa de la cinematografía, pero también hay aspectos políticos interesantes, sobre las decisiones y la cadena de mando en la burocracia soviet, o por ejemplo la introducción de unas técnicas propias de policía científica por parte del protagonista Rea. A este respecto, recuerda a películas como Sleepy Hollow (sólo la cito como referencia, ojo) y a obras literarias como El alienista (sobre un policía que persigue a un asesino en serie en el Siglo XIX utilizando técnicas de investigación modernas). Lo cierto es que ambas referencias son bastante vagas, ya que la película da la sensación de dar mayor importancia al aspecto sociológico o político de los asesinatos, siempre bajo el prisma soviético, que a la propia investigación en sí. Pero tampoco vamos a negar que hay un interesante suspense hasta el momento en que conocemos la imagen del asesino.

Y es el sádico y tristemente célebre Carnicero de Rostov a quien nos enfrentamos, un antiguo profesor llamado Andrei Chikatilo que se encargó de asesinar a más de 50 niños y niñas, viviendo una doble vida como trabajador casado y miembro del Partido Comunista. Su caracterización en la película es correcta pero creo que le falta algo más de fuerza al asunto, hablamos de un hombre que llevó a cabo prácticas necrófilas y caníbales con los cuerpos de los críos, y que a su vez era un encantador de serpientes con ellos. Esa sordidez y magnetismo del personaje con sus víctimas debería explotarse mucho más en la película, aunque sí se refleja bastante bien su doble vida, sus problemas sexuales y su carácter servil ante una mujer que raya el abuso psicológico.

Sorprenden varios aspectos, por ejemplo el esperpéntico atraso que lleva la ciencia criminal en la URSS con respecto a otros países como los EEUU. Parece lógico entenderlo su valoramos que es un país internacionalmente aislado de occidente, donde se producían importantes avances en dicho campo. Esto mismo es lo que el protagonista pretende dejar claro en sus reuniones con el Komintern  (reuniones espléndidamente recreadas e interpretadas), donde el único con un verdadero interés por resolver el crimen es Sutherland. A este respecto, se recurre también a viejas argucias propias del cine negro americano (la propia película no deja de ser cine negro americano clásico), como los obstáculos que los propios superiores del investigador le lanzan al camino, en muchas ocasiones motivados por aires de corruptelas. Como aspectos positivos del film, sin duda el reparto con sus magníficas interpretaciones y un guión muy inteligente, en el que se dicen muchas cosas con pocas palabras (lo cual recuerda mucho a la reciente El topo de Thomas Alfrendsson), en ese sentido, se agradece una película que no machaca y mastica todo para que el espectador lo reciba sin usar las meninges en ningún momento de la proyección. También me gusta la ambientación fría y sobria, lógico teniendo en cuenta que nos encontramos en los años 80 de la URSS, posiblemente la década en la que más visiblemente era la destrucción de un sistema podrido en su burocracia corrupta y gerontocrática (muy, pero que muy bien representada en ese komintern).

Personalmente la película me decepciona en algunos aspectos, quizás el error sea mío al esperar demasiado de ella por los comentarios de algún participante que me hicieron tener verdaderas ganas de echarle el guante, pero lo cierto es que me defrauda globalmente el resultado, lo cual no quiere decir que sea una mala película, es bastante notable si la comparamos con otros productos de similar factura. Las interpretaciones son realmente buenas, y enlaza bastante bien la historia de crímenes con la de corrupción política, pero creo que el ritmo de la historia es excesivamente veloz. Pasamos en unas escenas desde el descubrimiento de los primeros cuerpos a un asesino que lleva años matando, descubrimos a un médico forense que es el único que tiene una mínima idea sobre investigación criminal en toda la URSS y a pocas escenas más adelante es el jefe de toda la operación de investigación, le han cesado, ha cogido vacaciones y de nuevo ha recuperado su cargo. Quizás deberían tomarse mucho más tiempo para empatizar con todos los personajes (incluido el propio asesino) lo cual me ayudaría a implicarme emocionalmente con la historia. Por ejemplo, El secreto de sus ojos de Campanella es una implicación emocional con el espectador brutal. El nivel general de la cinta es bastante aceptable, también el entretenimiento que nos proporciona, y tiene un valor añadido clarísimo, un asesino en serie en la URSS, explota muy bien ese valor, pues creo que sin él no sería una película tan interesante. Por ejemplo, obviando el tema de la URSS, creo que son mucho mejores películas al estilo psicokiller Seven, también El silencio de los corderos e incluso La noche del cazador o M, el vampiro de Dusseldorf. Ahora bien, esto quiere decir que yo no la pondría a competir en primera división con grandes títulos del género, pero en un escalón inferior daría mucha guerra, por tanto, película injustamente olvidada.

domingo, 14 de octubre de 2012

Danton




Me alegra comunicaros a todos la vuelta a la vida bloguera, y cinéfila, por mi parte, una vez se han reconducido de alguna manera algunos problemillas que en éste terrorífico mes de Septiembre han aparecido en el camino. Es por ello que me dispongo a comentaros una de las 10 películas que resultaron más agraciadas por las votaciones, Danton. Es verdad que no ha sido la que más puntos ha obtenido, diablos ni siquiera está entre las 4 más votadas, pero me parece bueno empezar por ella por la convulsa situación política que vivimos últimamente (y cuando digo últimamente parece que en realidad hay que echar la vista a unos cuantos años atrás). El contexto es la Francia post-revolucionaria de 1793 durante la instaurada época del Terror que Robespierre impone a golpe de guillotina. Pero quizás nos estamos adelantando a los acontecimientos, convendría comentar antes aspectos más prosaicos, como que la película que tenemos entre las manos es una creación del estupendo director Andrzej Wajda rodada en la primera mitad de los 80 como una producción franco-polaco-alemana, en la que tuvieron a bien actuar Gérard Depardieu como el célebre Danton, y Wojciech Pszoniak como el personaje antagonista (al que a partir de ahora llamaremos Robespierre por la complejidad del nombre y apellido...).

Como decía, nos encontramos en una Francia totalmente convulsa, una Francia resacosa de la revolución que acabó con la Monarquía Absoluta de Luis XVI en la famosa toma de la Bastilla el año1789, hechos que ya todos conocemos y en los que no nos detendremos mucho más. El ambiente social comienza a oscurecerse con una población que se ve de nuevo entre la miseria y el hambre que ya conocieron en épocas anteriores, lo que hace aumentar las dudas sobre el triunfo de la Revolución, motivo por el cual aparece Maximiliano Robespierre con sus jacobinos en escena para instaurar "El Reino del Terror", una camarilla de señores que deciden en nombre del resto por el bien común, aplicando las leyes y medidas a golpe de guillotina sobre aquéllos que no se encuentren agusto entre sus medidas. Esto eleva la conflictividad social hasta límites insospechados, llegando a tambalear los cimientos de los propios ideales revolucionarios, lo que conduce a uno de los grandes héroes de la revolución, George Danton, a abandonar su retiro en Aurbe para regresar a París y enfrentarse abiertamente a Robespierre.

La verdad es que hay mucho que comentar acerca de la película, lo primero sea quizás el tono que tiene de producción europea, con toques casi teatrales en los que los dos grandes protagonistas se dejan llevar por grandes e histriónicos discursos, con contados escenarios y pocos personajes. Ocurre algo similar a lo que se percibe en la Kermesse Heróica (también comentada en este blog), donde también da la sensación de estar asistiendo a una obra de teatro, no ya sólo por la puesta en escena y localizaciones, sino también por los guiones de ambas.
Ante el conflicto que la historia plantea, en un primer instante parece claro señalar que Danton se identifica con el bien, con la luz, los ideales de la Revolución y la pureza de los mismos, mientras que Robespierre se localiza en la oscuridad, el terror y el mal, el fanatismo que se lleva por delante todo aquello que pretenda adaptar esas normas a la sociedad existente. Pero lo cierto es que la situación no es tan sencilla como ese reflexión, ya que realmente al ahondar en la cinta vemos que el personaje de Robespierre tiene muchos más matices y aspectos de interés que el propio Danton, interpretación de Depardieu muy similar a la que realizara a manos de Bertolucci en Novecento. En este sentido vemos en Danton a un contestatario, con un punto de cinismo pero fuertes ideales, al que le da igual enfrentarse al poder aunque esto le cueste perder la cabeza. Enfrente, Robespierre muestra por un lado un desgaste físico y psíquico por el hecho de cargar con la responsabilidad de perpetuar con la Revolución y sus ideales (estupendas imágenes de éste con el niño y el verdadero adoctrinamiento al que es sometido por su madre, así como todas las imágenes de alcoba que son donde vemos al verdadero Robespierre), un hombre que se ve totalmente desquiciado por dicha responsabilidad, y mal aconsejado por una camarilla que en nada se diferencia de aquellos gabinetes de la corte que aconsejaban a los antiguos déspotas. Realmente ninguno estuvimos en ese momento histórico, lo que nos imposibilita juzgar con toda la objetividad a éste oscuro personaje, siempre ha sido presentado como un demonio a la mismísima altura de Torquemada o Fernando VII, pero la película logra mostrar un ser humano abrumado por una situación que es incapaz de controlar, un sesudo estadista, es cierto, pero incapaz de superar la popularidad y lavia del propio Danton (esos reproches de éste último al señalar que Robespierre es un espartano que vive al margen de su pueblo, lo cual es cierto, pero señalando también la frivolidad que rodea la persona de Danton, incapaz de tomarse en serio si quiera su propia muerte hasta el último momento).

En Danton lo que encontramos es a un libertador, un hombre que considera responsables a su generación de desvirtuar los ideales que lograron tomar la Bastilla para acabar instaurando una especie de dictadura similar a las anteriores monarquías, con un clímax de terror y autoritarismo modernizados. Es por ello que sale de su retiro y se enfrenta abiertamente a la Convención, sirviéndose de la guerra propagandística a través de los periódicos, pero fundamentalmente gracias a su verbo y popularidad, que es lo que realmente logran aterrorizar enfermizamente a Robespierre. Y es que otro de los muchos contrapuntos que se pueden encontrar en la película es el de la soledad de Robespierre, un hombre enfermo y encogido en su habitación, y la fortaleza, jovialidad y popularidad de Danton. Pese a que lo fácil es simpatizar con Danton y sus ideales, creo que el personaje que realmente queda bien retratado con sus luces (poquitas) y sombras es el de Robespierre, con una magnífica interpretación, pero también por el tratamiento que el guión y director le dan al personaje. Me parece que Danton queda como un personaje más arquetípico de este tipo de historias.

Curiosamente, investigando sobre la película, he leído por ahí que la crítica francesa se mostró descontenta con la presentación de Robespierre, pues consideraron que era más bien una caricatura. En cierto sentido tienen algo de razón, pues sus defectos se agudizan especialmente en su presentación física, es muy gráfico, así como las virtudes de Danton también se acentúan físicamente, pero creo que que esto no es algo negativo para el personaje de Robespierre, más bien al contrario, muestran un personaje lleno de matices totalmente diferentes, me parece realmente atractiva la forma en que se han acercado al mismo.

Es una película de época realmente bien recreada, creo que refleja bien el clímax político-social que debió sentirse en el Reino del Terror del famoso Robespierre, y ostenta la auténtica poesía visual que caracteriza a Andrzej Wajda, con esos planos de la llegada de Danton a Paris y su baño de multitudes, o esas miradas discretas hacia la enorme hoja de la guillotina con el cadalso empapado en un mar de sangre. Es una película muy psicológica, una partida de ajedrez entre dos antiguos compañeros de revolución que saben lo que se están jugando. Muy recomendable para todos aquellos adeptos de los thrillers (entre muchas comillas) políticos, pero también para cualquier amante del buen cine, es una grandísima película, de esas que ahora cuesta mucho encontrar en una cartelera.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Parón ininterrumpido

Sintiéndolo muchísimo por todos me temo que debo paralizar el blog por tiempo indefinido. Ha sucedido un gravísimo contratiempo que me va a impedir ocuparme de esto. Lo siento muchísimo y espero que todo se solucione lo antes posible. Espero vuestra comprensión,


Un abrazo a todos.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Recuento de votos



Estimados blogueros y lectores del presente blog sobre cine, ha llegado el momento de ponerse manos a la obra con la labor. Después de unas merecidas vacaciones para todos, espero que las hayáis disfrutado realmente bien, llega el momento de arremangarse y ponerse a trabajar de nuevo, El Corte Inglés ya ha dado el pistoletazo de salida para la vuelta al cole, no les hagamos esperar más.

Observando un poco los distintos debates suscitados a lo largo de mi ausencia, así como los comentarios sobre las propias votaciones, tengo la impresión de que algunos votáis de un modo un tanto condicionado por las circunstancias que en un momento u otro se suceden a lo largo y ancho del blog. No me parece mal ni censurable para nada, creo que es vuestra voluntad y la manifestáis en el sentido en que vosotros creáis más conveniente, pero quizás haya una cierta adulteración. Personalmente os recomendaría para el futuro que votéis como os de la real gana, por ejemplo, se han desperdiciado muchísimos votos con la serie de anime Death Note. Y esto es porque yo desde el principio avisé que esos votos no contarían para las votaciones, pero que no me negaba a analizarla en un futuro próximo. El resultado es que las votaciones en gran medida han versado sobre 4 opciones y no 5, y alguna de esas opciones iba dirigida alrededor de tal o cual debate del blog. Esto ha provocado que películas como Las diabólicas, El hundimiento, Perdición, La mujer del cuadro, Ciudadano Kane, La cruz de hierro, Barry Lyndon, Ben-Hur, Rebeca, Río Bravo, Los sobornados o la dupla de Espartaco se hayan quedado con 1 o 2 votos como mucho, sin ninguna posibilidad de dar guerra frente a otros títulos que estaban "de moda". Esto no quiere decir que no se hayan votado, y hayan ganado, películas muy interesantes y algún clásico, pero es una lástima que películas de esa talla no hayan podido dar más competencia. En cualquier caso el 90% de las que he citado son títulos que yo mismo tengo interés en comentar tarde o temprano, quizás sea otro de los motivos por los que no ha salido comentada.

En cualquier caso, estoy convencido de que la lista de 10 ganadoras es bastante notable, que nos va a dar horas de debate y que las vamos a disfrutar todos. De momento no me he puesto a buscarlas, por lo que no sé si tendré problemas con alguna o si serán fácilmente visionables. En el caso de que no lo fueran, os agradecería me enviéis algún vínculo o página en la que poder verla. Si no hubiese ni lo uno ni lo otro (también puede ocurrir que yo carezca del programa necesario para verla) me dispondría a sustituirla por la siguiente más votada.

Al final de las votaciones llegaron a la página un grupo de nuevos lectores que me pidieron la posibilidad de alargar unas semanas las votaciones para que ellos pudiesen participar. Al parecer había un interés especial por Secuestro express (me lo apunto para el futuro), pero mi respuesta fue negativa, pues creo que no habría sido del todo justo para el resto de participantes, dado que las normas fueron explicadas y aceptadas desde hace dos meses. Es por ello que he preferido seguir manteniendo el cierre de votaciones, pero les animo de nuevo a los nuevos comentaristas que sigan aportando ideas y dando caña a las entradas, pues cuantos más seamos por aquí mucho mejor.

Sin más, aquí os presento la lista de las 10 películas más votadas. Si constatáis que hay algún fallo en el recuento, sin duda será equivocación mía, avisadme y lo corregiré.


1. Con 10 votos ha ganado Ciudadano X.

2. Con 9 votos Joint Security Area.

3. Con 8 votos encontramos Fraude.

4. También con 8 votos encontramos a Clint y su Infierno de cobardes.

5. Con 7 votos tenemos Misión de Audaces.

6. También con 7 votos El doble del diablo.

7. Igualada a 7 votos El manantial.

8. Una más de 7 votos Popieluszko.

9. Con 7 votos el representante del cine animado La tumba de luciérnagas.

10. Y finalmente con 5 votos tenemos al gran Danton.

lunes, 30 de julio de 2012

Parón veraniego y Especial Blogueros III







Un año más ha transcurrido desde que iniciásemos ésta andadura por la blogsfera, y con él ha venido un nuevo (y muy caluroso por cierto) veranito, con su consiguiente 3º edición de nuestra pequeña juerga de votaciones. Como diria Jack el destripador, vayamos por partes... lo primero de todo, anunciar el tradicional parón veraniego que transcurrirá el mes de Agosto, parón o mesecito sabático de críticas por parte de servidor que se encontrará alejado de los inescrutables designios de Internet, y por tanto viene bien para recargar las pilas cinéfilas. Como siempre, y tras contabilizar los votos, comenzaremos como a mediados de septiembre con la nueva temporada de críticas y debates. Con los que existen abiertos actualmente y los posteriores comentarios, se intentará contestarlos lo antes posibles, pero si véis que hay una relativa espera será algo del todo normal dado mi pequeño exilio monacal (bueno de monacal nada tiene, todo hay que decirlo).

Pero esto no quiere decir que la actividad vaya a quedar paralizada por completo en el blog, como los dos años anteriores, os propongo hacer unas votaciones este mes para elegir 10 películas que comentar a lo largo del año (generalmente en diciembre están despachadas si no hay algún imprevisto). La mecánica del juego viene a ser que cada participante plantee hasta 5 opciones sobre películas que se contengan en los tres géneros de los que versa ésta página, de modo que dichas opciones se contabilicen finalmente y podamos extraer 10 ganadoras. Este año me gustaría introducir una modificación, de modo que cada opción sea distinta de la anterior, así evitaríamos que un mismo participante vote una sóla película, y había más competencia entre unas y otras.

Se agradecería, por comodidad, que las películas fuesen relativamente "fáciles" de encontrar, dado que si no están en mi poder tendré que "hacerme" con ellas. En el hipotético caso de que fuese del todo imposible conseguir el título seleccionado entre las 10 más votadas, el procedimiento sería pasar a la siguiente más votada para sustituir la que se encuentra en "busca y captura", creo que es lo más justo.

Sobre las series de televisión y anime, ha sido una cuestión largamente debatida por estos fueros, y la verdad que he llegado a la conclusión de que prefiero dejarlas de lado en ésta edición. El motivo es mi limitado tiempo para dedicarle al blog, lo deseable sería que hubiese un cierto ritmo entre unas entradas y otras, ya que otros años transcurrió demasiado (algunas quejas así lo manifestaron por mail con toda la razón) por tanto os pediría ese pequeño favor. Como no soy ajeno a la afición tan importante que entre los lectores de ésta página surge en favor de éstos productos, en el caso de que hubiese un interés importante en una u otra serie, sí podríamos comentarla con tranquilidad una vez acabado el ciclo. De este modo no se produce un veto total al anime o las series en general, sino exclusivamente de las votaciones. Una vez terminadas podemos plantearlo con más calma. Espero que os parezca una decisión razonable.

Por último, recordar que el ciclo de votaciones tiene sentido si hay un número relevante de votos como para elegir 10 películas. La verdad que a éste respecto nunca hubo problema, y espero que siga habiendo ese aluvión de comentarios que lo ha caracterizado, de modo que podamos continuar con ello una 3º edición, lo cual sería fantástico.

Sin nada más que añadir, desearos a todos unas muy felices vacaciones, espero que la temporada siguiente podamos seguir debatiendo sobre ésta pequeña afición (obsesión).

Un abrazo a todos!

martes, 24 de julio de 2012

El caballero oscuro: la leyenda renace (The Dark Knight Rises)





" Una tormenta se acerca Mr. Wayne "



Hace poco menos de una hora que he salido del cine tras ver la última y tercera entrega de la saga sobre las andanzas del murciélago más conocido por los amantes del cómic, encarada por Christopher y Jonathan Nolan allá por el año 2005 con Batman Begins. En aquél momento la propuesta fue clara, cimentar un reboot con actores de calidad, secundarios largamente contrastados (Gary Oldman, Michael Caine, Morgan Freeman, Liam Neeson) una historia decente, madura, basada en los cómics originales pero tomando derroteros propios y, por último, recuperar la oscuridad de Burton sin caer en el chiste ni la parodia de las posteriores versiones. El resultado: las que han sido las mejores películas de superhéroes jamás llevadas a la pantalla grande, hasta el punto de que la segunda parte, El caballero oscuro, se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas que ha llevado a los lectores de la revista Cinemanía a situarla com la 2º mejor película en la Historia del Cine (sí, un poquito excesivo, pero muy gráfico sobre el impacto que ha supuesto dicha historia). Antes de continuar con esta tarea sobre el análisis de esta trilogía, y en especial de la tercera entrega, aviso que ésta última es imposible de analizar sin revelar algún spoiler, de modo que si no la habéis visto os recomiendo que paréis de leer en este mismo momento, sino allá vosotros pero avisados quedáis.

La verdad que tengo que reconocer mi estupefacción al ver la primera entrega, por un lado encantado de ver a un malo como El espantapájaros, gran olvidado por las antiguas películas cuando era un buen referente en los cómics, así como de uno de los grandes archienemigos de Bats, Ra´s al ghul. Esto en cierto sentido presagiaba un realizador que estaba al día sobre el personaje que iba a adaptar, que no era ajeno a nombres como Talia, Crane, Flash, Foley, etc, personajes secundarios de gran importancia para que los seguidores del personaje nos creyéramos lo que veíamos en pantalla grande. Pero, como decía, mi encuentro con el Batman de Nolan empezó realmente mal, no me gustaba en absoluto el renacer de la saga obviando que era el joker, y no un criminal de tercera, quien había matado a los padres de Bruce Wayne cuando éste era niño. Evidentemente un joker que todavía no se había convertido en esto, sino que se encontraba escalando en las bandas organizadas de Gotham City. Ésta primera película me dejó un sabor agridulce, por un lado me encantó el punto de un Batman más oscuro y serio, interpretado por un genial Christian Bale, también el guión, que se basaba claramente en los cómics dedicados a la Liga de las Sombras con Ra´s a la cabeza.

Posteriormente llega el cúlmen de esta saga, el clímax y más absoluto apoteósis del cine de superhéroes, y eso que en un principio se filtraban posters e imágenes que indicaban al Acertijo como villano estrella de la cinta. Pero no fue Edward Nigma el antagonista de El caballero oscuro, sino una de las interpretaciones más memorables que se han podido hacer de un joker, hablamos claro del gran papel que Health Ledger nos regalaría antes de fallecer en extrañas circunstancias. En este caso la historia recogía los cómics El largo Halloween, Arkham Asylum y Dark Victory, que también rompieron moldes en el mundo de la historieta al recoger una historia con un joker impactante y un Harvey Dent que se alía con Batman para destruir el crimen organizado de la familia Romano, pero tristemente acaba transformándose en Dos Caras. La película, como siempre, tomaba ésta base para luego seguir un poco por su camino, cuyo destino será ésta tercera entrega que tenemos entre manos.

La tercera entrega, La leyenda renace, desde el primer momento en que apareció Bane en escena (hablamos del terrorista con máscara de wrestler, y no de esa aberración que apareció en Batman y Robin) se especuló con que los pilares de la historia serían muy probablemente la saga La caída del murciélago, completada con Génesis oscura, donde Bane surge para destruir Gotham liberando a todos los internos del Arkham Asylum y reventando las puertas de la prisión de Blackgate, pero, por si fuera poco, también asistimos a una titánica lucha con el murciélago que acaba con este paralítico por la ruptura de su espalda. Algo de esto habrá en la tercera entrega de Nolan, pero combinado con la saga de Ra´s al ghul, especialmente con su hija Talia. A este respecto, quienes no sean ajenos a esta saga no se verán en ningún momento sorprendidos por el golpe de efecto de la cinta con Miranda Tate, y es que creo que esto puede hacer algo previsible La leyenda renace.

El balance global de esta última entrega es positivo, me gusta, porque sigue siendo Batman, sigue siendo Chris Bale, y sigue siendo Nolan. Siguen los secundarios típicos de Bale Tom Hardy, Marion Cotillard, etc. Pero sin duda hay otro adjetivo alrededor de la misma, decepción. Es muy decepcionante que los dos guionistas más interesantes del momento, junto a Aaron Sorkin, que plantean auténticos puzzles en sus guiones, se hayan hecho tamaño lío con esta entrega. La primera parte de película creo que carece del ritmo narrativo de la segunda, lo cual es realmente preocupante cuando tiene tantos elementos ricos en los que centrarse: puede hacerlo con las miserias de Wayne, con los líos corporativos de Wayne Enterprises, también con el romance entre Miranda y Bruce, o con la Catwoman de Anne Hathaway (para el que esto escribe lo mejor de la película junto a Bane)y por supuesto con el tremendo terrorista que nos plantean. De todo ello lo único que se desarrolla decentemente es Bane, el resto quedan un poquito flojos, lo que implica que no intimemos con ninguno hasta el punto de emocionarnos en los momentos finales. Otro punto que no considero negativo pero sí creo que ayuda a acrecentar la decepción es la inteligencia que desprende la segunda entrega (en su guión, diálogos, antagonista, protagonista, etc) en relación con el planteamiento de la última entrega: músculo y fuegos de artificio. El personaje de Bane es perfecta definición de lo que es ésta película, un tipo absoluto en todos los sentidos, de grandes músculos, una fuerza descomunal, es increíblemente descomunal, está bien planteado, pero el planteamiento es diferente.
También veo a esos secundarios de lujo que bordaban sus personajes en la segunda, actuando en la tercera con el piloto automático y buscando cobrar el cheque rápido, ninguno de ellos están a la altura de su anterior interpretación.

Me quejaba del guión por dos circunstancias: la primera de ellas que los diálogos entre Batman y Catwoman son los únicos que realmente merecen la pena, ágiles, inteligentes. El resto de diálogos no son más que frases para la galería, sentencias, chascarrillos, todo muy rutinario, repetitivo, no sorprende, no es El caballero oscuro. Y creo que es esa rutina en gran parte del metraje (que a pesar de ser 3 horas no aburre en ningún momento) la que lastra la GRAN épica de la película, posiblemente la mayor de las tres. Eso me gusta, está bien montad, cierra bien el círculo...pero ay! intenta encajar todo hasta el extremo. No tiene sentido que Bane sea un renegado de la Liga de las Sombras, es innecesario, es un terrorista, no le metas más porque es un personaje tan descomunal que no lo necesita. Y eso hace chirriar un poco la historia de Talia, perfectamente descrita a base de flashbacks. Lo cierto es que no me disgusta la metáfora sobre el infierno y el pozo en que es encarcelado Bats, que en los cómics lo eran literalmente, porque Ra´s era inmortal literalmente, ya que se introducía en unos pozos de los que salía "renacido". La ambientación quizás debería haber sido más oscura, como oscura debería haber sido el resto de la película, tanta luminosidad dan mucho el cante de que no estamos en Gotham, sino en Nueva York, pero esto son detalles sin importancia.

A pesar de mis quejas, la película es una obra de grandes proporciones, con un villano enorme, con esa voz metálica que estremece cada vez que sale a escena. Tanto que casi aburre un poco cuando no está él. Bueno no, que aparezca Catwoman, ella entretiene sin ni siquiera necesitar a Batman delante. El epílogo es flojo, pero necesario, me gusta cómo termina la saga, con Blake descubriendo su verdadero, y muy profético para la saga, nombre, también la caída de telón entre Caine y Bruce Wayne, es un poco arbitrario por Nolan, pero creo que se ha ganado presentarnos un final a su gusto.

miércoles, 4 de julio de 2012

La leyenda del indomable (Cool Hand Luke)





" Le pido a Dios que, por favor, dejen de pegarme "




Nos trasladamos, entradas antes de comenzar el parón veraniego, al año 1967 cuando el director Stuart Rosenberg presentó al público la película que se convertiría en uno de los grandes mitos del cine estadounidense, especialmente gracias a la interpretación del pilar que sustenta historia y metraje, su protagonista Paul Newman en el papel de Luke Jackson. Y es que este tipo de actuaciones son de las que sustentarán el enfrentamiento entre los seguidores de los dos actores que, a la postre, se convertirían en verdaderos ídlos de masas entre los aficionados al cine, caso paradigmático de las odiosas comparaciones, Robert Redford y Paul Newman. En este sentido, podemos ver de nuevo el tipo de papeles que le sentaban al bueno de Paul como un guante, esos personajes un tanto irreverentes, con un punto canalla y sarcástico que se mofan de toda forma de autoridad. Pero también con un halo de tristeza o penuria tras de sí, bajo esa falsa mordacidad, muy al estilo de James Dean. Curiosamente, comparte un punto en común con Marlon Brando, pues ambos salen a paliza de muerte por película más o menos.

En este caso nos ponemos en la piel de un fulano al que ingresarán en prisión por haberse dedicado durante una noche de alcohol a reventar los parquímetros de su pueblo natal, situación que le conduce a conocer a un grupo de reclusos del todo pintorescos, entre los que a su vez podemos reconocer una auténtica plana de secundarios de lujo, algunos de ellos se convertirían posteriormente en nombres propios tanto de la dirección como de la interpretación norteamericana. Hablamos claro de gente como Joe Don Baker, George Kennedy y especialmente por Dennis Hopper, jovencísimo, que luego formaría parte de la generación que cambió Hollywood en los 70 (aquellos "moteros tranquilos, toros salvajes" que tan acertadamente describiría Peter Biskind) entre los que también debemos citar a Steven Spielberg, Coppola, George Lucas, Martin Scorsese, que apostaron por actores desconocidos y de segunda o tercera fila como Robert De Niro, Al Pacino, Jack Nicholson, etc. Estos, y unos guardias autoritarios y violentos que conservan el orden a golpe de garrote y fusil, esperarán al díscolo Luke en el penal dedicado a los trabajos forzosos. Lugar de encierro de maleantes, ladrones, estafadores, asesinos, y todo tipo de delitos que se nos puedan imaginar, lo cual sorprende, pues no hay un tratamiento individualizado, sino que todos son arrejuntados en el mismo barracón sin importar el tipo de delito cometido. Muy propio de los sistemas penitenciarios norteamericanos de aquella época.

Es la historia de un carácter al margen de la sociedad, un incomprendido tanto por sus conciudadanos como compañeros de celda, también por toda forma de autoridad que intenta doblegar al tipo sin mucho éxito. Es una historia mil veces contada, pero esta vez tenemos al que será GRAN referente del cine carcelario, gran influencia de este subgénero con esos momentos tan precisos como son las conversaciones entre los reclusos a la hora de picar piedras, el asfaltado de la carretera bajo la atenta mirada del guardián con gafas de espejo, también esas conversaciones con los carceleros de "jefe ¿puedo quitarme la camisa?" "puedes quitarte la camisa Pete" "Gracias jefe", absolutamente memorables, como memorable es la secuencia de los 50 huevos duros. Es difícil no ver similitudes con películas como La gran evasión o El puente sobre el río Kwai, con esas relaciones y conversaciones que se forjan entre los internos, rencillas internas y duras peleas que dejan paso a una camaradería a prueba de bombas.

Es difícil no entender que estamos asistiendo a un viaje iniciático que el espectador recorrerá de la mano de Newman, tanto a través de la cárcel como de sus repetidas fugas cuando descubre una tragedia familiar. Dicha tragedia será el cúlmen de este viaje, lo que arrojará la luz necesaria para encontrar el objetivo del que antes carecía, la huída hasta morir si es necesario.

Posiblemente uno de los hitos del cine en general, gran valor añadido al género al que pertenece, que posiblemente sólo alcanzará una cumbre similar con la muy apetecible Cadena perpetua (Shawshank Redemption).

domingo, 17 de junio de 2012

La jauría humana (The chase)





" He encerrado a un hombre que no ha hecho absolutamente nada sólo para evitar que lo linchen "



Muchos hemos hablado de Marlon Brando en este blog, y vamos a seguir dedicándole unas pequeñas palabras en otra de sus grandes interpretaciones, a mi personalmente de las que más me han impactado, no es otra que su papel del sheriff de un típico pueblo sureño americano. Película dirigida por Arthur Penn en 1966, posiblemente La jauría humana es uno de esos frescos psicológicos sobre la sociedad, uno de esos títulos que colocaríamos junto al Defensa de Boorman o a Perros de paja de Peckinpah, aunque con unas imágenes menos violentas o impactantes que las dos anteriores. Incluso se podría decir que la cinta de Penn es un precedente directo de las historias que los otros dos directores nos narran. El espectro actoral se encuentra encabezado por Jane Fonda y Marlon Brando, pero también por brillantes secundarios como los novatos Robert Duvall y Robert Redford.

Nos encontramos en un caluroso verano de los años 60 en un típico pueblo sureño de los EEUU, una pequeña comunidad que celebra fiestas en cada casa entregándose al alcohol y desenfreno, a los engaños y perfidias propias de cualquier comunidad que se precie, líos de faldas y un odio visceral que encuentra vías de escape en cualquier motivo, ya sean el sexo, la raza, la posición social o la xenofobia. En ese polvorín a punto de reventar se encuentra el sheriff recién llegado al pueblo (Brando), fuertemente apoyado por el cacique local, lo que deja abierta la puerta a más de una suspicacia. Un agente inmobiliario que pretende hacerse con todo territorio humilde al que pueda echarle el diente, trabajadores negros que deben esconderse de los prejuicios de sus vecinos y un grupo de locales que ven cómo sus más bajos instintos afloran entre nubes etílicas. Esto es la jauría humana. En este caso, el hecho desencadenante de la furia y miedos de esa masa humana es la fuga de la cárcel de dos reclusos, uno de ellos natural del pueblo al que nos referimos, y que intenta regresar con su antigua novia. Este no es otro que un jovencísimo Robert Redford en uno de sus primerísimos papeles.

Lo que Arthur Penn pretende representarnos es la evolución de la sociedad americana desde la opresión e hipocresía de las relaciones que se forjan entre sus miembros, hasta una violencia y odio desmedido que va aflorando sin remisión, relaciones extrapolables a cualquier sociedad moderna, de hecho en su momento fue un fiasco en taquilla, totalmente incomprendida, cuando con ojos actuales podemos examinar una cinta increiblemente moderna para su tiempo, pero también atemporal por lo contundente de su mensaje: una horda humana que pretende diluir sus frustraciones como toda la vida se ha practicado, es decir, abusando del más débil. De esta forma los realmente insignificantes y acomplejados, amparados en la masa, aprovechan la situación para practicar venganzas, viejas rencillas o la más pura, simple y tonta envidia.

El tema es, por tanto el modo en que las pasiones de la sociedad se desbordan cuando un hecho determinado desencadena reacciones auténticamente sádicas entre sus miembros, cuando la falsa civilización autoimpuesta desaparece para dejar ver lo que realmente hay tras la cortina y las máscaras de esos roles que asumimos en la comunidad. Esto es lo realmente perturbador del mensaje de la cinta, también repetido en las anteriormente citadas Perros de paja y Defensa de Boorman, porque son reacciones absolutamente veraces, no nos parecen fantasías sin fundamento en ningún momento. Quizás, siguiendo con este tema, uno de los puntos fuertes del realizador es la angustia que nos transmite con sus imágenes, primero por la persecución del hombre que se va practicando entre la sociedad poco a poco, también por el desbordamiento de Brando, incapaz de apagar todos los fuegos que se suceden, pero fundamentalmente por el abuso que se practica sobre el débil, ya sea éste un hombre de raza negra que camina por la calle, un marido cornudo o un expresidiario.

Sin duda el paroxismo final es uno de los momentos a recordar en la Historia del cine, imprescindible para aquellos que no hayan disfrutado todavía con ella.

domingo, 10 de junio de 2012

Premios Liebster








Es curioso esto de la blogsfera, cuando parece que lo has visto todo siempre consigue sorprenderte con algo más interesante o alguna curiosidad que desconocías totalmente. En mi caso ha sido una agradable sorpresa enterarme de la existencia de la iniciativa "Premios Liebster para Blogs", por la cual se otorgan unas menciones Blog a Blog con la finalidad de la promoción de páginas de todo tipo y condición. Consiste en la nominación de 5 bitácoras que puedan tener un especial interés para otros navegantes de la red, de modo que éstos puedan acudir a ellos mediante su publicidad. La iniciativa está pensada para blogs de pequeñas y medianas dimensiones, con un espectro de seguidores de menos de 200 miembros.

En este caso, desde Cine bélico western y negro no podemos estar más que profundamente agradecidos al General Gato, de Cine 9009 , por la nominación que nos ha concedido en esta categoría, otorgándonos unas amables palabras que animan a continuar con este pequeño hobby que compartimos en cada entrada.

La mecánica del premio me pide que le eche un vistazo a mi archivo en busca de otros 5 blogs para ocupar sendos galardones y dotarles así de una pequeña publicidad de modo que otros internautas puedan acudir y disfrutar de estas páginas. En mi caso, tras valorarlo mucho, creo que voy a premiar a los siguientes:

1. Amigos del cine: imposible no dedicarle unas palabras a nuestro compañero Cutlas, por diversas razones. La sencillez de sus crónicas, a la par que exhaustivamente pedagógicas, la diversidad de géneros, desde el cine oriental (chino, japonés, árabe) hasta las propuestas más comerciales, pasando por el cine europeo, por westerns memorables y miradas a los clásicos de "ayer y hoy". Es una página indispensable para cualquiera que disfrute charlando sobre cine, también para cualquiera que esté deseoso de aprender sobre el 7º arte.

2. Borgo: nuestro muy estimado amigo Miguel Zueras, ilustrador, cocinero, escritor de relatos, doblador de películas X ocasional, tras sus pasos por videoclubs barceloneses y una mili sofocante, nos deleita con DIVERTIDÍSIMAS entradas con historias, anécdotas, escaramuzas históricas, relatos, divertimentos varios, recetarios (inolvidables spaguetis puttanesca, memes ingeniosos, casi diariamente. Me resulta imposible concebir la blogsfera sin él. Quien no lo haya leído nunca no debe esperar un segundo más.

3. Cine para Gourmets: un equipo de verdaderos profesionales del 7º arte que regalan interesantes tertulias y cine-forums sobre las más grandes obras del cine, especialmente interesantes sus disquisiciones sobre clásicos, también los quebraderos de cabeza que nos dan con sus Retos todos los viernes (el que suscribe ha sido incapaz de acertar uno sólo, así que hay que seguir entre todos para descubrir esos pequeños puzzles).

4. El glob de Manuel: otra pequeña palmadita para el entretenido blog (o glob en este caso) de Manuel Márquez, donde asistimos a sus estupenas entradas y reflexiones sobre ésta pequeña pasión que todos compartimos. Desde Córdoba disfrutaremos con fichas de películas de todo tipo, especialmente estrenos y algunos títulos de menor circulación. Todo un descubrimiento para el que esto escribe.

5. For all those stupid things I never said: Y como no todo en la vida es cine, también me gustaría daros a todos una calurosa invitación a este blog frecuentado por Andrea para reflexionar un poco sobre la vida a través de la gramática, de la poesía y de una de las más geniales vertientes del arte: la fotografía.

domingo, 3 de junio de 2012

Los cañones de Navarone (The guns of Navarone)





" Estaba sola, sola en sus manos "



Los cañones de Navarone es posiblemente una de las grandes películas del género, uno de esos títulos que apetece ineludiblemente en todas las cintas top 10 de los críticos especializados, pero también del público aficionado. Película británica rodada en 1961 por J. Lee Thompson, se basa en la novela homónima de Alistair MacLean, y cuenta con un reparto de lujo encabezado por Gregory Peck y Anthony Queen (claramente las mejores interpretaciones) y secundados por un correcto David Niven (en su eterno papel de oficial británico), aunque el resto del elenco no llegue a la altura de los tres anteriores. Ganó el Oscar a los mejores efectos especiales pero se vió un mayor reconocimiento en los circuitos europeos con los premios Laurel (mejor película dramática) pero también el Globo de Oro a la mejor película. Decir que la historia contará con una secuela posteriormente que también cosechó un éxito relativo, con un jovencísimo Harrison Ford en las filas aliadas, Fuerza 10 de Navarone, si bien la primera aventura sigue siendo sustantivamente superior.

Nos encontramos en un escenario un tanto atípico para lo que son las localizaciones del cine bélico especializado en la II Guerra Mundial, en el mediterráneo más oriental, con el escenario estratégico que supuso Grecia (especialmente la isla de Creta) para las operaciones de aliados pero también de "El eje", así como la posición privilegiada que ocupaba Turquía, en ese momento neutral pero susceptible de vacilar en favor de uno de los dos bandos. Es importante explicar el contexto geo-estratégico antes de hablar sobre el argumento de la cinta, porque ello determina en cierta medida cómo se desencadenan los acontecimientos que darán lugar a la incursión de un comando aliado en la isla de Navarone. La situación es que en la isla de Keros se encuentran unos 2.000 soldados aliados encajonados por los alemanes, éstos pretenden eliminar dicha guarnición de modo que fuercen la entrada de Turquía en la guerra. El alto mando aliado pretende evitar esos acontecimientos enviando destructores a la isla para rescatar a los soldados sitiados, pero en su camino se encuentra la isla de Navarone, en cuyas rocas se han excavado túneles y cavidades que encierran dos enormes cañones de gran calibre imposibles de destruir por aire. La inexpugnable fortaleza alemana se cobra todo barco de guerra que intente atravesar el estrecho, de modo que la única solución plausible es enviar un comando que vuele por los aires dichos cañones. En este comando encontraremos al líder de la resistencia griega Andreas Stavros (Anthony Queen), al héroe de guerra y no menos reputado alpinista antes de la guerra Keith Mallory (Peck), el experto en explosivos Miller (David Niven) y otros dos miembros del equipo especialistas en el asesinato con cuchillo y con pistola.

Es una película de género bélico clarísimamente, pero posiblemente gran parte de su éxito y reconocimiento residen en dos circunstancias complementarias, la primera de ellas la enorme película de aventuras que sale de las manos de Thompson sin despeinarse demasiado y, por otro lado, lo bien que ha pasado el paso del tiempo. Es una película que supondrá el paradigma sobre el buen cine de aventuras bélicas, especialmente en cuanto a los comandos se refiere, tiene de todo, misión imposible, situaciones suicidas, un grupo heterodoxo con rencillas personales que les impiden ver el camino con claridad, un traidor dentro del grupo que sorprende al respetable, momentos de reflexión filosófica sobre la responsabilidad del mando y el sentido de la misión, así como grandísimas dosis de acción. Nos regala momentos inolvidables como la escalada de una pared totalmente vertical de un enorme acantilado al comienzo de la película, también las escenas en pueblo griego con la resistencia, las imágenes en las que se colocan las bombas en los cañones, pero también los inteligentes diálogos y un guión que presenta una idea muy interesante. Lo cierto es que la cinta tiene dos pilares inquebrantables: el férreo guión que nos presentan, una historia creíble que puede tener un gran peso en el transcurso de la guerra, y unas interpretaciones que pasan al recuerdo de los espectadores (especialmente Peck y Queen). No podemos olvidarnos de algunos pequeños fallos que en ningún momento lastrarán el resultado final de la película: especialmente las escenas de acción en campo abierto con unos alemanes incapaces de acertar un solo tiro hacia el final de la película, también un pequeño bajón en el ritmo de la cinta entre las escenas del acantilado y la llegada al pueblo del comando, y posiblemente también la enorme explosión de la patrullera nazi a escasos centímetros del barco de pescadores, un cascarón de madera, sin que le ocurra el más mínimo daño.

A pesar de esto, el entretenimiento está asegurado, es una película de aventuras al más clásico estilo, no defrauda en ningún momento, y siempre nos quedará la fina ironía de David Niven. La verdad que su actuación es enmarcable, pero siendo justos, no deja de ser el papel tipo de este actor británico con una Sten al hombro. Sí es cierto que nos regalará la secuencia en la que se descubre al topo del grupo, así como el dilema moral que le planteará a Peck sobre las responsabilidades del mando y el modo en que los altos cargos deslizan la responsabilidad a la hora de ensuciarse las manos para luego estar en primera fila a la hora de recoger las mieles del éxito. Lo cierto es que el discurso está enormemente logrado, pero creo que el personaje de Niven es un tanto hipócrita en la medida en que él mismo no se aplica el cuento de los consejos que está predicando, ya que su papel es presentado como un experto soldado que rehúye en todo momento el nombramiento de oficial para evitar tomar esas decisiones. Resulta un tanto chirriante que una persona que huye de la responsabilidad para evitar enfrentarse a esos dilemas dicte lecciones moralistas en ese sentido. Sí es cierto que, al no posicionarse en esa problemática, no cae en discursos aún más contradictorios, lo que sí le ocurre al personaje de Peck. En definitiva, por loable que sea el mensaje, a la par que interesante en el marco de una batalla, da la sensación de presentar a dos "ladrones" que se dan lecciones de moral el uno al otro.

Hasta la llegada de películas como Apocalypse Now o Salvar al soldado Ryan, sin duda Los cañones de Navarone era la película más conocida del género entre los profanos al mismo, y resulta un imprescindible para todo aquél que quiera acercarse al mismo, incluso creo que debería verla cualquiera que disfrute con el buen cine.

Por favor, no perdáis tiempo en disfrutar con la Crítica de Von Kleist sobre la película.

jueves, 10 de mayo de 2012

La Ley del silencio (On the waterfront)




" Un pájaro que podía cantar, pero no supo volar "



Posiblemente el que fuera uno de los más grandes, y también polémicos, directores de los clásicos de Hollywood, Elia Kazan, supo dirigir una de las mejores películas que nunca se hayan podido filmar sobre la mafia en los EEUU, todo ello contando con la interpretación de uno de los mejores Marlon Brando. Hablamos, claro, de La Ley del silencio, policíaco rodado en 1954, producido también por Kazan, e interpretado por Brando, Eva Marie Saint, Lee Cobb, Karl Malden, Rod Steiger y Leif Erickson, consiguió alzarse con hasta 8 Oscars (entre ellos la mejor película) y ser el filme más galardonado en el Festival de Venecia de 1954.

La que fuera de las primeras películas en tocar el tema del sindicalismo en los EEUU, cuenta la historia del ex-boxeador Terry Malloy y los porteadores de los muelles de Nueva York, barrios humildes de trabajadores que viven bajo el yugo del crimen organizado. El hermano de Terry, Charly, es uno de los capos de la banda que controla el Sindicato de Descargadores de Muelles, que aglutina entre sus competencias la de repartir el trabajo a dedo entre los peones que se aglutinan a las puertas de los almacenes. En ese contexto, por instigación de su hermano, Terry conduce a uno de los porteadores a una trampa mortal preparada por los gangsteres para evitar que éste delate las prácticas mafiosas del sindicato ante la fiscalía de la ciudad, motivo por el cual, y tras enamorarse de la hermana del peón asesinado, Terry empezará a replantearse su futuro y sus acciones.

Sin duda es una película de gran interés por varios motivos, empezando por el costumbrismo histórico de una época que se extiende hasta tres décadas después, como ya lo vimos en Hoffa o incluso en la segunda temporada de The Wire, donde se evidencia el control que los grupos mafiosos de turno ejercen sobre los sindicatos de diversos gremios, ya fueran los transportistas o los porteadores. Siempre son grupos estratégicos, dado que para llevar a cabo actividades como el contrabando, especialmente en los años 20 de la Ley Volstead, era fundamental controlar los canales de distribución. Algo que hoy en día sigue ocurriendo a diferentes niveles con el tráfico de estupefacientes. Lo cierto es que ese férreo control que vemos en Hoffa, La Ley del silencio, El enemigo público, ha ido disminuyendo progresivamente según pasaban los años, hoy en día la situación no es ni siquiera parecida, pero lo cierto es que fueron muchas décadas de prácticas mafiosas.

Y hablamos de costumbrismo o incluso de realismo, por esa fotografía de grises sobre los tejados de la ciudad, entre los callejones oscuros, los bares a los que acuden los porteadores y gangsteres o las magníficas escenas en los muelles y barcos, descargando contenedores. Todo ello deja la estampa de una época, unos años marcados por las claves que presenta la película en cuanto a las coacciones que los trabajadores sufrían por parte de una minoría que controlaba el trabajo y los salarios en los muelles, apareciendo una sub-cultura, una sociedad en la sombra paralela al Estado que ejercía una violencia desmedida, totalmente al margen de los poderes legítimamente constituidos, los últimos coletazos de aquélla mafia que apareció con las bandas de Meyer Lansky, Bugsy Siegel, Lucky Luciano y Al Capone, que posteriormente sufriría la transformación por el narcotráfico que aparece en los 60 y se pule en los 70. De hecho fue ese costumbrismo el que logró elevar a los altares la cinta de Kazan, contraponiéndolo a las corrientes del neorrealismo europeo, también por la historia de corrupción que nos estaba contando, así como por la numerosa cantidad de símbolos cristianos con los que cuenta la cinta. A este respecto resulta difícil no dedicar unas palabras a la magnífica interpretación de Karl Malden en su papel de Padre Barry. Claves similares también por la imágen que la cultura latina tiene del delator o soplón, que la película se encarga de potenciar con gran maestría.

También comentábamos la imágen polémica de Elia Kazan, y es que fue uno de los más activos delatores en la caza de brujas que el senador McCarthy emprendió contra todo aquello que oliese lo más mínimo a izquierdas en EEUU, con consecuencias demoledoras especialmente para la profesión del cine. A pesar de esto, sería un gravísimo error pretender no disfrutar con uno de los más grandes directores que los EEUU ha tenido nunca, y por supuesto con una de las más grandes obras maestras entre los clásicos del cine negro.

Maratón Bloggers http://www.filmfocus-la.blogspot.com.ar/p/maraton-de-cine-bloggers.html

sábado, 5 de mayo de 2012

El tren de las 3:10 (3,10 to Yuma)





" Entonces comprendí que no me pagaban para que yo pudiera irme, sino para poder irse ellos "



Mucho se ha hablado sobre la sequía que sufre Hollywood desde hace años a la hora de plantear nuevas ideas originales. Lejos pasaron los tiempos en que demostraba al mundo el arte de construir buenas historias, películas como Star Wars, Indiana Jones, Tiburón, Jurassic Park, etc fueron revolucionarias en ese sentido, evidenciando dónde se encontraban las grandes mentes del 7º arte. También ocurre en los años 40 y 50, así como la generación que surge en los 70 con Easy Rider a la cabeza. Parece que en las últimas décadas, especialmente a partir de los 90, Hollywood sufre una fiebre por los remakes, los spin off y las sagas interminables, lo que acaba quemando al espectador. La meca del cine ha dejado paso a otros circuitos, especialmente europeos y latinoamericanos, que han conseguido hacer saber al mundo que ellos también podían hacer tantas y tan buenas películas como los compatriotas del otro lado del charco.
Siguiendo con el tema de los remakes, en el año 2007 James Mangold logró conformar un grupo de grandes secundarios y dos actores-estrella de primera fila, como son Christian Bale y Russel Crowe, apoyados por Peter Fonda, Ben Roberts, Kevin Durand, etc, para lanzar una nueva versión del clásico western El tren de las 3:10, protagonizado allá por el año 1957 por Glen Ford (en el papel de Crowe) y Van Heflin (el personaje de Bale). Una primera lectura de estos datos podría llevarnos a tomar una impresión errónea y negativa de la nueva versión, explotando una idea que en esencia es la misma en ambos films, pero Mangold logra dotar a la historia original de algunos personajes y puntos de vista distintos, adaptándolo al western moderno y dando un giro de 180 grados para presentarnos un Western crespuscular en toda regla, circunstancia sin la cual es imposible entender el desenlace de la cinta.

Nos encontramos en Arizona junto al ranchero Dan Evans (Bale) y sus dos hijos pequeños, recorriendo las tierras de su rancho en busca de unas reses de ganado extraviadas, cuando es testigo de excepción de una de las múltiples escaramuzas que la banda del forajido Ben Wade (Crowe) está llevando a cabo, en este caso asaltando una diligencia blindada del ferrocarril. Posteriormente Wade será apresado en solitario por los hombres del ferrocarril y un cazarrecompensas, y también contratarán a Evans para escoltar a Wade hasta la estación de la que saldrá el tren con destino a la prisión de Yuma. Evans necesita urgentemente la recompensa que se le ofrece por el trabajo, dado que su rancho se encuentra en la ruina por culpa de la sequía y de los oligarcas del ferrocarril, lo que le llevará a asumir el trabajo hasta las últimas consecuencias.

El tren de las 3:10 no es un título típicamente crepuscular del género, de hecho, si uno ve la primera hora y media de película realmente asiste a un rescate en toda regla de los claves más clásicas del género, donde una patrulla de hombres debe escoltar a un peligrosísimo forajido, líder de una sanguinaria banda que les pisará los talones a lo largo de medio Estado de Arizona. Todo el camino repleto de trampas, emboscadas, sujetos del salvaje oeste que quieren hacerse a su vez con Wade para cobrar la recompensa o vengar afrentas pasadas, todo ello sin nada que envidiar a títulos más clásicos. A su vez plantea un duelo actoral Bale-Crowe que no queda del todo resuelto, y lo cierto es que ambos actores despliegan sus mejores dotes para hacernos imposible decantarnos por uno u otro, si bien es cierto que el personaje de Wade tiene más matices o es algo más atractivo en esencia, que el mojigato ranchero que cumple con su deber. En ese sentido ambos personajes son como la noche y el día, la luz y la oscuridad, el bien y el mal, que finalmente se cruzarán en un más realista gris. Es ese final de hecho lo que vuelve a cambiar radicalmente la cinta para convertirla en un western crepuscular, una de las últimas historias de la frontera, donde comprendemos que esa banda de forajidos no puede continuar esa forma de vida, y no por dilemas morales, sino por el avance inexorable de los tiempos. Y su carismático líder es el primero que logra entenderlo, gracias a las reflexiones que Evans, padre de familia, arroja a sus ojos. Esta es la única interpretación posible que resiste la película para no caer en un final un tanto increíble y moña.

No conocía al director por su nombre, viendo su filmografía me vienen a la cabeza algunas películas como Inocencia interrumpida, Copland, algunos capítulos de NYC 22, Identidad, donde si bien había alguna mano interesante, con tendencia a las trampas para con el espectador, lo cierto es que no hay mucho más que exprimirle. Es por ello que me sorprende la solvencia a la hora de filmar las escenas de acción, los tiroteos y la dirección de los actores. A este respecto, me es imposible no dedicarle unas palabras a Ben Foster, que interpreta al lugarteniente de la banda, Charly Prince, en una impecable actuación, desprendiendo un salvajismo desmedido que ayuda a meterse en la historia. También el hijo mayor de Evans es una grata sorpresa.

En resumen, una buena forma de introducirse en el género para aquellos a los que pueda costarle algo más acercarse a los clásicos, para disfrutar de una película con un ritmo narrativo fuerte y creciente hasta el clímax final. Buenas interpretaciones, tanto de sus protagonistas como de los secundarios, y un Charly Prince que hace desear su continuidad en la pantalla en todo momento, quizás incluso se hace raro dejar de verle y pasar al resto de personajes.

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viernes, 4 de mayo de 2012

La batalla de las Ardenas (Battle of the Bulge)




" Piensan que estamos acabados, pero les desmostraré todo lo contrario "



El segundo título que quería comentar para revitalizar un poco la vertiente bélica del blog es La Batalla de las Ardenas, película rodada en 1965 por Ken Annakin y protagonizada por un magnífico Robert Shaw en el papel de Coronel de los tanques Tiger alemanes (el frío asesino del KGB en Desde Rusia con amor) Henry Fonda como el Teniente Coronel Kiley, Charles Bronson bastante comedido como el Comandante Wolenski, Robert Shaw como el Coronel Hessler, Robert Ryan como el General Grey y Telly Savalas como el Sargento Guffy (Kojak para los amigos). Lo cierto es que el reparto es magnífico, especialmente para realizar una película de guerra, pero paradójicamente ninguno de ellos llega a su mejor perfil, o directamente se pasa mil pueblos como Telly Savalas.

La verdad es que me parece una película bastante paralela o similar en algunos aspectos a la que comentamos anteriormente La Batalla de Anzio, en el sentido de película que pretende abordar una gran batalla de importancia histórica, el caso de las Ardenas es bastante más paradigmático, en ese sentido, iniciando una labor de cronista relativamente cercana a la realidad, pero que se va diluyendo como un azucarillo según avanzan los minutos. Y cuando empiezan los combates ya el desparrame alcanza proporciones sonrojantes.

Nos encontramos en diciembre de 1944 con los nazis prácticamente atrincherados tras las fronteras de Alemania, al norte por los ingleses de Montgomery, al sur con las tropas norteamericanas de Patton, que llegan atravesando Italia, y en el centro algunas divisiones americanas extenuadas descansan en un sector cercano a Bélgica (bosques de Bastogne). En este panorama, las fuerzas aliadas creen inocentemente que las fuerzas alemanas se encuentran rendidas a sus pies, cuando el tío Adolf prepara una estocada final con la cual darle la vuelta a la contienda. La contra-ofensiva pretende castigar al Ejército Aliado más allá de la línea Sigfrido, constituyendo la punta de lanza de ese ataque la persona del Coronel Hessler. El Ejército aliado será sorprendido por un sangriento ataque, en el que algunas unidades germanas se disfrazan de poli-mili. La respuesta aliada no se hará esperar con una numantina resistencia a lo largo de diferentes posiciones.

Comentaba anteriormente que alcanza proporciones sonrojantes empezando por la ubicación del rodaje, la Sierra Madrileña, mostrando auténticos páramos (para los de la Capital, no me preguntéis de dónde diablos sacaron esas localizaciones) que se parece a los bosques de Bastogne, por ejemplo, tanto como yo a un obispo. Los errores abundan a partir de la primera hora de metraje, cuando comienzan los combates entre alemanes y norteamericanos, produciéndose situaciones grotescas como el asalto a Bastogne (que parece una casita medio derruida) o el asalto final al depósito de combustible donde Henry Fonda solito se carga 15 Tiger alemanes con bidones de gasolina (si no os lo creéis mirad la peli). Y la verdad que esos duelos de 1 yankee interpretado por un actor de renombre haciendo retroceder hordas de alemanes es bastante repetida a lo largo del metraje (creo recordar que Savalas protagoniza otra escena similar empuñando una MG42, lo cual también me parece cuestionable teniendo en cuenta el peso de la misma y el retroceso). Otro momento grotesco es ver a Fonda en un avión planeando sobre la niebla oído al viento para descubrir dónde se esconden los carros alemanes por el sonido del motor, ver para creer. Además, el desarrollo de la contiende vuelve a no ser fiel a los hechos (como ya ocurriera en Anzio) ya que sólo se nos muestra una contienda parcial de la batalla (se olvidan de Bastogne, salvo una pequeña referencia) y el resultado creo que no tiene nada que ver con los hechos. Es cierto que los alemanes cayeron en su talón de Aquiles de la escasez del combustible, pero lo realmente decisivo fue el cambio de clima que permitió la llegada de la aviación aliada a la contienda. Supongo que después de recurrir a tanques españoles, también soldados como extras y las maquetas utilizadas, no les quedaba presupuesto para los cazabombarderos aliados.

Creo que es inevitable hacer referencia a los capítulos dedicados en Hermanos de sangre a la batalla de Bastogne, donde las batallas son especialmente realistas en comparación con lo visto en la película. También la magnífica recreación del invierno sufrido por los dos bandos en el bosque, es la parte que La Batalla de las Ardenas se obvia por ser una parte más de la contienda. En ese sentido, creo que tiene un interés la película por cuanto podemos tomar una mayor perspectiva de lo que supuso realmente la batalla, mientras que en la serie asistiremos minuciosamente, eso sí, a una parte relativamente pequeña de la batalla, el cerco que sufrieron las unidades norteamericanas en el bosque. Ambas son incomparables en términos de calidad, de mimo, de reparto, etc (los que hayan visto la serie entera lo entenderán perfectamente), pero en términos históricos creo que deben ser productos complementarios.

Pero hay que ser justos con la película, no es la peor cinta bélica que se ha hecho nunca para nada. Es más, es una película con algunas de las escenas más míticas del tema carros de combate, como son el inicio de la ofensiva comandada por Robert Shaw atravesando campos nevados (esto sí está bien representado) y la primera hora de película en la que vemos la parte más estratégica de la batalla con el alto mando alemán y Shaw preparando la batalla, y los aliados por otro lado pensando ingénuamente que los alemanes habían sido derrotados sin necesidad de entrar en Berlín siquiera. A este respecto, imposible olvidar alabar la magnífica secuencia rodada con todos los jefes de Tiger alemanes y Shaw a la cabeza cantando la "panzerlied" taconeando al unísono. A partir de esos pocos momentos, hay poquito que salvar de la película.

En resumen, creo que deberíamos tomar un poco de conciencia con respecto algunas películas de este género. Pienso que algunos entienden que asisten a documentales de guerra, horrorizándose de los errores de bulto frecuentes que se producen en los combates (que son los momentos menos cinematográficos realmente). En ese sentido, hay errores y licencias imperdonables, cierto, pero ojo, estamos viendo películas, historias de ficción que se toman licencias para todo. Por ello creo que deberías hacer una línea clara entre los aspectos bélico-históricos en sentido estricto y los aspectos más cinéfilos, siendo imposible valorar ambos con el mismo rasero o criterio. En ese sentido, si bien deja mucho que desear en el primer apartado, La Batalla de las Ardenas es una historia entretenida, intenta ser un homenaje a una de las más célebres batallas de la IIGM, con unos efectos especiales muy limitados para el tiempo en que se rodó. Nadie se morirá por no verla, no es un imprescindible, pero sí un clásico alejado de otros bodrios.

Os dejo un link en el que encontraréis las actualizaciones del Maratón blogs que se está realizando estos 4 días: http://www.filmfocus-la.blogspot.com.ar/p/maraton-de-cine-bloggers.html

domingo, 29 de abril de 2012

La batalla de Anzio (Anzio)




" Ahora le toca mirar a Roma "



Volvemos al género bélico, tristemente olvidado por mí en las últimas actualizaciones, pero creo que lo retomamos con fuerza con dos películas más que interesantes. La primera de ellas es La Batalla de Anzio, protagonizada por Robert Mitchum y dirigida por Edward Dmytryk en el año 1968. El reparto protagonista descansa íntegramente sobre las espaldas de Mitchum (al que tenía cierta manía pero que en esta película me ha hecho disfrutar bastante) y el siempre genial Peter Falk. También contamos con algún secundario famoso como Robert Ryan, pero el reparto no demuestra mucho más interés. Es un bélico un tanto atípico por su protagonista (un corresponsal de guerra en los rangers) y las mezclas de estilos que lleva a cabo en la misma película, quizás lastrando demasiado el resultado final, como ya le pasara a Las ratas del desierto.

Nos situamos en el año 1944, momento en que los EEUU se deciden a iniciar la conquista del continente por la península itálica, en concreto mediante el desembarco en la ciudad porteña de Anzio. En ese contexto, el periodista de guerra Dick Ennis (Mitchum) será un cronista de excepción ante la sorprendente situación posterior en la playa de dicha ciudad, completamente vacía y sin rastro de oposición alemana. Ante los desastrosos acontecimientos ocurrido en la batalla de Salerno (en el año 1943 se intentó un desembarco similar creyendo que los alemanes se replegarían al norte del país y se fortalecerían allí. En lugar de ello, los alemanes se aferraron fuertemente a sus posiciones e hicieron muy lento el avance), el general Lesley (históricamente, el General Lucas) decide ser prudente y asegurar una cabeza de playa fortificada, desoyendo los consejos de Ennis y el sargento Rabinoff (Falk) que consiguieron llegar hasta la mismísima Roma en un sidecarr (???) sin rastro de oposición alguna. Ante esa indecisión de Lesley, los alemanes, comandados por Kesserling, lograrán reagruparse y someter a un sangriento cerco a los aliados.

Lo cierto es que el contexto histórico se encuentra relativamente mal plasmado, tanto el desembarco en la playa de Anzio como el contexto en que se produce tras la batalla de Salerno son aspectos positivos en este sentido, pero según avanza la película el tema se va dispersando bastante (por decirlo suavemente). Es veraz la ventaja con la que el general Lucas se encontró frente a los alemanes, pudiendo llegar hasta Roma sin mayor oposición que unas cuantas centenas de hombres, decidiendo desaprovecharla y provocando un cerco gracias al oxígeno que los alemanes tomaron en forma de la división Herman Goering y tropas enviadas como refuerzo desde la actual Europa Central-Oriental, Francia y Alemania. Tampoco me voy a centrar mucho en el cerco realizado sobre los aliados ni en la ruptura del mismo por éstos, porque es un aspecto de la contienda que la propia película pasa por alto, lo cual en mi opinión es un grave error y motivo por el cual la historia empieza a desvariar. En ese sentido, realmente nunca asistiremos a la batalla de Anzio en sentido estricto, dado que la gran parte de la misma se decidió en el asedio alemán. A este respecto, creo que la parte más aprovechable de la película sería su primera hora, que es donde asistimos con estupor a la precaria situación en que se encuentran los alemanes. En resumen, el que quiera enterarse de lo que realmente fue la Batalla de Anzio, posiblemente obtenga una pobre imagen basándose sólo en la cinta, más que por los errores o lo que pudiera mentir, el perjuicio está en todo lo que se omite. Tampoco se ve ni rastro de las unidades inglesas que lucharon con los americanos, al parecer lo suficientemente numerosas como para merecer un pequeño papel en la cinta.

Centrándonos ya en los aspectos más cinéfilos, lo cierto es que la película se salva en gran medida por las interpretaciones de sus protagonistas, dos tipos que nunca decepcionan, mezclando los aspectos trágicos inherentes al combate (y algún momento tópico de filosofía made in Hollywood) con esos comentarios y momentos mordaces, incluso satíricos, muy propios del cine bélico de antaño. Una de las grandes diferencias con el cine bélico moderno sea probablemente el toque cómico que antes tenían casi todas las producciones yankees de este tipo, abandonado en gran medida y tomando una visión más madura, seria o realista, de lo que debe ser una guerra. Pero, en verdad, tampoco en los aspectos más estrictamente cinematográficos podemos salvar esta película de un aprobado justito, porque si bien no se hace pesada en ningún momento, entretiene y se deja ver, hay partes en la cinta, como a partir de la masacre de los Rangers, en que se entrega completamente a un frenesí a medio camino entre el clásico cine de comandos tras las líneas, huidas un tanto absurdas y el cine sobre campos de concentración. Lo peor de todo es que deja abiertas líneas argumentales por todos lados haciendo aguas un guión un tanto flojito.

Por tanto, en resumen, a nadie le pasa nada por obviar un visionado a esta cinta, sólo interesante por sus interpretaciones y para pasar el rato (que al fin y al cabo es uno de los motivos por los que ponerse una película un domingo lluvioso por la tarde).

miércoles, 25 de abril de 2012

El funeral (The funeral)





" Vendiste tu alma por 20 dólares "



Hace unos días me disponía a poner en orden el blog, temas de algún comentario perdido, enlaces de las películas con el listado alfabético, y me sorprendí al constatar que no hemos dedicado ninguna entrada hasta el momento a uno de los directores de culto por excelencia en el cine yankee de la segunda mitad del Siglo XX, el siempre interesante Abel Ferrara. Lo cierto es que hay como una especie de morbo a su alrededor, es de esos directores urbanos que saben retratar el día a día de los italianos afincados en los EEUU con gran maestría. Algo así ya dejó puesto de manifiesto en el Teniente Corrupto de Keitel (algo comentamos al respecto con el remake protagonizado por Nicholas Cage). Abel Ferrara creo que pertenece a esa gama de directores al estilo Scorsese o Coppola en menor medida, pero sin llegar a obtener las cualidades de los dos primeros. El funeral se estrenó en 1996, película centrada en la familia mafiosa italo-americana de los Temple, y está protagonizada por Christopher Walken, Benicio del Toro, Vincent Gallo, Chris Penn, Isabella Rossellini y Annabella Sciorra.

El funeral es uno y son tres a la vez. El funeral es el final de la familia italo-mafiosa Temple, compuesta por los hermanos Cesarino, Ray y Johnny, el hermano que yace sobre un ataúd al son de las lágrimas y rezos de las mujeres del clan. Una silenciosa habitación rebosando hombres y mujeres enlutados, niños que juegan con pistolas de juguete siguiendo la tradición familiar que otros aprendieron con 14 años en frías cuadras. El funeral es la crónica de una muerte anunciada, el único camino posible por el que pueden deambular unos hombres entregados al crimen, en una orgía de sangre inapelable.

Y es la cotidianedad de esa familia en donde Ferrara demuestra sus dotes de dirección, como bien hicieron anteriormente Martin Scorsese en Malas Calles y sobre todo en Uno de los nuestros como Francis Ford Coppola en trilogía El Padrino, pero en este caso más cercano al primero que a la épica del segundo. Porque la verdadera mafia americana, y de cualquier lugar, es esa, situaciones ordinarias y realmente cutres, donde la violencia que se intenta adoptar como forma de vida explota segundo a segundo. En ese plano, la interpretación de la cinta corresponde a Chris Penn, uno de esos actores de sagas familiares que siempre se ha movido en territorios más bien de "cuarta" o "quinta" inclusive, pero que merece ver recompensada algunas interpretaciones para el recuerdo (como en Reservoir Dogs), aunque nunca haya conseguido igualar el poderío de su hermano. Lo cierto es que el personaje de Cesare es el más tráfico de los tres, porque es quien verdaderamente, en la locura de su violencia, es plenamente consciente del pacto con el diablo que llevaron a cabo por el simple hecho de nacer en esa familia, el paradigma de los condicionantes exteriores.
Chistoper Walken despliega de nuevo su buen hacer, pero más al estilo de los Pacino y De Niro de los últimos años, casi con el piloto automático encendido, pero no es del todo negativo esto porque Walken siempre suma, nunca resta. Su personaje viene a ser el hermano reflexivo, pausado, quien no deja que los problemas le afecten, o por lo menos no se permite exteriorizarlo, intentando mantener el equilibrio en una familia rota desde el momento en que Johnny es abatido por sus excesos en diversos ámbitos. Es un buen actor con una expresividad tremenda en sus ojos, y lo sabe y los explota, como ya hizo Cagney años atrás que excelentes resultados. También aquí tenemos unos ojos similares en la piel de Luis Tosar.
El trío actoral lo cierra Benicio del Toro, ese puertorriqueño que podría encarnar a los más pérfidos capos mexicanos, haciendo uno de sus papeles habituales. Da igual que haga de policía o de narco, lo hace todo igual, y lo hace bien, que es lo que nos gusta.

El funeral es una película nada pretenciosa, quiénes conozcan las virtudes de este cineasta sabrán que no es necesario ni si quiera apuntar este dato, pues su cine bebe precisamente de contar las historias que él mismo siente necesario contar, y hacerlo a su modo. En ese sentido comparte claves con el cine independiente y de autor, un cine más reflexivo, sin grandes dósis de acción ni efectismo rancio tampoco. Quizás en algunos instantes pueda hacerse un poco pesado el ritmo narrativo escogido, pero para lograr el resultado final, para contar esa tragedia griega, creo que es necesario pisar el freno y detenernos a admirar el paisaje (probablemente con los mismos ojos expresivos de Walken).

El resto del reparto sigue las claves que inteligentemente han sabido explotar en el otro lado charco: numerosos secundarios relativamente desconocidos por el nombre, pero cuyas caras aparecen en toda película de mafia que se precie, muchos de ellos repitiendo en Los Soprano. Francamente, no es la mejor película sobre la mafia que se ha hecho jamás, tampoco entrará en las listas de los 10 títulos indispensables del género, pero es una buena película, con buenos actores y un director que merece ser rescatado casi tanto como John Carpenter.

miércoles, 18 de abril de 2012

Grupo 7




"¿No cree usted en la justicia, señorita?"



Hace un par de semanas el cineasta andaluz Alberto Rodriguez estrenó su nueva película, Grupo 7, en este caso centrado en un thriller policial ubicado en la ciudad de Sevilla. Protagonizada por el icono actual de las quinceañeras de este país Mario Casas y por Antonio de la Torre, uno de los actores que se perfilan seriamente (junto a Luis Tossar) como candidatos a ocupar la nueva primera línea de grandes actores nacionales, tenemos uno de los policíacos españoles más interesantes de los últimos años, posiblemente incluso desde que se estrenase hace tiempo ya la magnífica La caja 507 de nuestro muy querido y admirado Urbizu. En este caso también contaremos con un reparto secundario de auténtico lujo, y no por ser conocidos, que no lo son, sino por la profesionalidad de todas las interpretaciones (desde el cínico comisario de la ciudad, los yonkis que pueblan los barrios sevillanos o los polis que miran de reojo la fina línea que cruzan durante la película).

El año es 1987, la ciudad Sevilla y el momento la Expo de 1992. Nos encontramos en la unidad de la policía secreta sevillana de la división de estupefacientes, el Grupo 7, con la misión de limpiar las calles sevillanas de yonkis y camellos para preparar un terreno "pacífico" en previsión de los eventos que se producirán en la ciudad. La historia, estructurada por años hasta el citado 1992, nos relatará las desventuras de los 4 miembros del grupo en su lucha contra la droga, el ascenso de los 4 secretas tanto dentro del departamento como entre las calles, y también su caída.

Como ya ocurriera en las magníficas The wire, Atlantic City, Traffic, el verdadero protagonista de la historia es la ciudad, en este caso Sevilla, con una perfecta recreación de lo que era la ciudad hispalense antes de la inyección de dinero que recibió con motivo de la Expo. Una ciudad de barrios y barriadas, de polígonos llenos de chabolas, y no hacía falta irnos a la periferia de la ciudad para encontrarlas, pues se hallaban también repartidas en el mismo centro histórico de la ciudad. Un territorio asolado por la heroína y sus estragos, un espectro lleno de yonkis, prostitutas y camellos que entran en la cárcel y no tardan en salir sin cargos. Es claro el conocimiento que Alberto Rodriguez tiene de su ciudad, una Sevilla que nada tiene que ver con la capital de provincia de la que ahora podemos disfrutar. Una Sevilla que comparte claves históricas como su devotismo, materializado en las velas que enciende Rafael (De la Torre) a su hermano muerto, pero con una imagen tercermundista que en la década de los 90 logró dejar atrás.

A pesar de esto, la historia se centra en Ángel (Mario Casas) y Rafael, el poli novato y ambicioso que quiere llegar a ser inspector cueste lo que cueste, y el poli veterano pasado de rosca y harto de todo, que ha sacrificado importantes réditos personales en su carrera y es consciente de lo que realmente se esconde tras lo más evidente de la vida que han elegido. Un hombre atormentado que busca la redención sin siquiera saberlo, tratando de rescatar de las garras de la calle a una joven yonki que todavía cree tener remedio. De todas las historias es ésta probablemente la más personal y veraz, con una actuación de Antonio soberbia, para quitarse el sombrero y disfrutar. Años atrás decían que había 3 o 4 actores que mereciesen por sí solos el precio de una entrada de cine: Nick Nolte, Jeff Bridges y Gene Hackman. Yo a nivel nacional añadiría los nombres de Luis Tossar y Antonio de la Torre, dos actorazos que hacen lo que quieren, hacen creíbles cualquier personaje, adhiriéndose a su piel y no al contrario.
Mario Casas es uno de esos experimentos de ídolos adolescentes, criado profesionalmente en las canteras de series para chavales en clave "Al salir de clase", "SMS" etc, sin mucho valor cinéfilo que digamos, pero sí a la hora de sacar nuevos talentos. Algunos acaban interpretando el mismo papel toda su vida, o comedias románticas. Otros empiezan a escalar, en busca de abandonar el rol de cara bonita y convertirse en un GRAN actor. Mario Casas no ha pasado ni de lejos por esa última etapa, pero está claro que es su objetivo. Y no olvidemos que gente como Matt Dillon, Brad Pitt, Tom Cruise y Leonardo Di Caprio, ya recorrieron ese camino. Y sinceramente creo que, después de ver Grupo 7 y la genial Carne de neón (Paco Cabezas como un Guy Ritchie a la española), está en ese camino.

Por otro lado, la historia rezuma un thriller policial al más puro estilo español, recuperando historias muy barriobajeras y policías corruptos y violentos de aquéllas magníficas historias de nombres como Juan Madrid, Andreu Martín, Julián Ibáñez, etc. Polis como el Alfredo Landa de El crack , también el Antonio Resines de Todo por la pasta y los José Coronado de No habrá paz para los malvados y La caja 507. Reflejan el final de una época igualmente oscura como lo fue el régimen anterior, con un Gobierno socialista obsesionado por acallar el ruido de sables procedentes de las más negras instancias del Estado Mayor (muy presente el tejerazo), objetivo que consiguen muy meritoriamente, pero olvidando erróneamente tanto a la policía como a la Guardia Civil. Esto provocó tener unos cuerpos de seguridad que no se habían reciclado con respecto al Régimen anterior.

Grupo 7 bebe de todas esas influencias de un modo claro, pero sin abandonar la mano que Rodriguez ya demostró poseer en películas anteriores como El traje, After o 7 Vírgenes, con un conocimiento fuera límites de su gente y su ciudad. Un producto policíaco de primera línea hecho en nuestro país que ahora se venderá en el festival de Tribeca, esperemos que con el mismo éxito que ha cosechado en nuestras fronteras.